Era una convocatoria de trámite para dar luz verde a los presupuestos autonómicos del PP para 2020. Pero, en cualquier caso, sirvió para certificar donde tienen previsto los populares poner el foco de su oposición al Consell durante los próximos meses: impagos de la Generalitat vinculados a su precaria situación financiera, las listas de espera en Sanidad y el conflicto lingüístico. Sobre esos tres ejes pivotará la estrategia del PP como dejó claro Isabel Bonig, líder regional, durante su intervención ante su Junta Directiva. Así que Bonig, sin calendario aún para renovar las direcciones provinciales y sin fecha para un cónclave regional que debe determinar su futuro, se aferra al relato que vienen desplegando los populares durante estos meses.
Así lo apuntó Isabel Bonig, dispuesta a forzar la máquina hasta el verano para denunciar impagos del Consell a los municipios, centros educativos y otras entidades, así como temas relacionados con el ámbito sanitario y la educación. Precisamente, el PP lanzó ayer la campaña #DóndeEstáMiPediatra para censurar «la falta de médicos de atención primaria y el colapso de la sanidad valenciana». En un acto con presencia de Bonig y del portavoz en las Cortes, en esta materia, el alicantino José Juan Zaplana, el PP lamentó que la Comunidad vive «una despoblación sanitaria» porque «entre el 30% y el 35% de los niños valencianos no son atendidos por pediatras porque no hay». «Esto significa que uno de cada tres no tiene pediatra. Es un problema grave que hay que corregir», apuntó antes de asegurar que los datos de las listas de espera se «cocinan» para rebajar las demoras que, dijo, serían mayores de las que está declarando la Generalitat. «Una cosa es la realidad que dice Conselleria y otra realidad la que se vive a nivel sanitario», advirtió antes de revelar que se han «maquillado» no introduciendo a nuevos pacientes en las listas, pacientes que no habrían pasado por el especialista como paso previo.
Sobre la situación económica de la Generalitat, Bonig dudó que Pedro Sánchez cumpla con su compromiso sobre la reforma del sistema de financiación aunque le concedió un margen de actuación. La líder del PP habló de cien días de «cortesía». Cabe recordar que Compromís, para respaldar la investidura de Pedro Sánchez, pactó un documento en el que los socialistas garantizaban que pondrían sobre la mesa una propuesta de reforma durante sus ocho primeros meses de mandato. «Mi opinión es que no van a cumplir», dijo, porque la palabra del presidente «no tiene ninguna credibilidad». El PP, subrayó, «estará ahí para abordar el cambio de modelo de financiación» pero lo que no hará es «blanquear ni aceptar negociaciones ad hoc en mesas bilaterales donde cuestiones de los valencianos y de todos los españoles se van a abordar entre el Gobierno de España y Cataluña».
«Montoro -prosiguió- recibió a Ferri (Compromís) y a Mata (PSPV), como dicen que somos radicales y extremistas y no dialogamos... sigo esperando que me llame como portavoz del PP. Cuanto antes empecemos a trabajar antes solucionaremos un tema que no es fácil», concluyó Bonig para quejarse de que la Ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aún no le ha contestado a la carta en la que le solicitaba una reunión. En materia lingüística, el PP ha puesto toda la carne en el asador para la manifestación contra el valenciano de este fin de semana en Orihuela, que también respaldan, entre otros colectivos, Ciudadanos y la ultraderecha.
Una protesta en la que está prevista la asistencia, incluso, de la dirección nacional del PP. Ha confirmado su presencia Cuca Gamarra, vicesecretaria de Política Social de la ejecutiva de Pablo Casado. Precisamente, la cúpula regional del PP celebrará el próximo 31 de enero una Interparlamentaria en València para coordinar su acción ante el Consell y el Gobierno de España a la que asistirán diputados provinciales, autonómicos, nacionales y senadores, además de miembros de la dirección nacional. Pero, de momento, los congresos del PP siguen sin fecha ni tampoco convocatoria.
