Los barones del PP le pidieron ayer a su presidente, Pablo Casado que afronte esta nueva etapa en la oposición desde la «moderación» y con «sentido de Estado», sin dejar de denunciar con «contundencia» y «firmeza» la gestión del nuevo Ejecutivo del PSOE y Unidas Podemos. Así se expresaron en la reunión mantenida en Madrid algunos de los principales dirigentes y parlamentarios del partido, como los presidentes gallegos o murciano, Alberto Núñez Feijóo o Fernando López Miras, respectivamente, que también le recordaron a Casado, en una alusión velada a Vox, que la «política no consiste en gritar muy fuerte».

En una línea similar se expresó la presidenta del PP en la Comunidad Valenciana, Isabel Bonig, quien abogó, a su manera, por alcanzar pactos de Estado con el nuevo Ejecutivo, aunque como «el problema está en el PSOE -asegura Bonig-, que está más a gusto con los que quieren romper el orden constitucional que con el principal partido de la oposición, el PP estará ahí para ser leal cuando tenga que ser leal y ser duro, contundente y firme cuando tenga que serlo». Entre la delegación de populares valencianos que se desplazaron hasta Madrid se encontraba el presidente de la Diputación, Carlos Mazón, los alcaldes de Alicante y Benidorm, Luis Barcala y Toni Pérez, los diputados Macarena Montesinos y Agustín Almodóbar, el senador Pablo Ruz y la secretaria regional, Eva Ortiz. Imagen de unidad tras una reunión para sentar las bases de la oposición al Ejecutivo de Pedro Sánchez donde Isabel Ortiz también se mostró partidaria de «dejar 100 días de tregua» al presidente de Gobierno, aunque Pedro Sánchez. Sin embargo, y de nuevo la contrariedad, «los nombramientos y la actitud y trayectoria de algunos ministros no augura todo lo mejor», comentó Bonig.

Casado notificó ayer pocos cambios en la dirección del PP, que no afectan a valencianos. Salen de la cúpula los exministros Isabel García Tejerina y Rafael Catalá y entran otra exministra, Elvira Rodríguez, y Enrique López.