Despacio y con buena letra. Que el Hércules no va a fichar arrebatadamente es bien sabido, pero no por ello dejará de rastrear en el mercado a un delantero que supla al lesionado Emaná. De puertas para afuera, Planagumà no ocultó ayer que la baja del camerunés «merma a la plantilla» y que encontrar a un sustituto tampoco iba a ser tarea fácil «con el mercado de invierno recién terminado».

El director deportivo blanquiazul, Javier Portillo, de momento es cauto. El madrileño confiesa que ahora el mercado no le ofrece lo que busca y emplaza el hipotético movimiento para más adelante. La normativa es clara: el Hércules tiene 15 días para fichar, pero una vez que dé de baja en la Federación la licencia de Emaná. Mientras, no gastará esa bala que le puede ayudar hasta el final de temporada, incluido el «play-off».

En el último ascenso a Segunda División el club supo jugar bien sus cartas y aprovechó dos desgraciadas lesiones para reforzar la plantilla para la recta final de la 04-05. Entonces llegaron en mayo y junio el delantero canario Kiko Ratón tras la rotura de ligamentos del centrocampista Asián y el arquero francés Butelle por el lesionado Marrama.

Ambos se hicieron ipso facto con el puesto en el esquema de Juan Carlos Mandía y un gol de Kiko Ratón abrió el camino del triunfo en la última eliminatoria del «play-off» ante el Alcalá. De nada valieron los 11 goles de Merino, el ariete del Hércules aquel curso, porque Kiko, que venía del Tenerife de Segunda, se hizo con el «9», acompañado del catalán Jordi Martínez.

Ludovic Butelle, tercer portero del Valencia, también sentaba por decreto al titular de la Liga, Rubén Martínez.

El «efecto David González»

Otro jugador que también funcionó pese a llegar con la segunda vuelta ya disparada fue el centrocampista David González, que aterrizó en Alicante en marzo de 2015 por otra maltrecha rodilla, en este caso la de Indiano. La reacción del Hércules de Manolo Herrero, que se quedó en Segunda B tras el escándalo de Sánchez Laso, tuvo mucho que ver con la dirección desde el campo del veterano futbolista.

En contraposición, el fugaz Darwin Machís, que trató sin éxito evitar el descenso a Segunda B en 2014. Tres partidos del venezolano en los que apenas pudo demostrar nada.

El Hércules espera acontecimientos, pero no debería dejar pasar la oportunidad de reforzarse. Por delante hay tiempo, pero también urgencias.