El PSOE y Compromís han escenificado esta mañana su alianza para gobernar en coalición durante los próximos cuatro años y lo han hecho firmando un acuerdo en el claustro de la biblioteca de San José.

Allí, en un enclave elegido por su simbolismo y por su cercanía al Centro Hernandiano se han dado cita buena parte de los integrantes de las dos candidaturas, así como simpatizantes, después de que ayer anunciaran por separado el pacto. Sonrisas, aplausos y felicitaciones han impregnado la cita, donde la tensión de las negociaciones de las dos últimas semanas ha quedado aparentemente rebajada.

La posición central en la mesa del pacto ha estado ocupada por los cabeza de lista del PSOE, Carlos González, quien será mañana investido como alcalde, y Mireia Mollà. A cada lado la silla ha estado ocupada por el secretario general de los socialistas, Alejandro Soler y al otro extremo, la portavoz de la comisión negociadora de la coalición y concejal en funciones, Esther Díez.

Mollà ha sido la primera en abrir los discursos. "Hoy es un buen día" y "ha sido el sol", ha dicho la lideresa de Compromís, quien ha agradecido a sus socios haberles dejado compatir el nuevo gobierno, un gobierno que ha calificado de "responsable" para hacer que Elche sea "verde, justo y solidario".

Tras sus palabras y una ovación a los negociadores que han hecho posible cerrar el acuerdo, Carlos González ha querido centrar la atención en las prioridades del nuevo ejecutivo local para la ciudad, más allá del reparto de áreas que ha sido clave para fraguar la coalición. "Es un acuerdo programático, es lo primero que hemos hablado y después de la distribución de competencias", ha señalado el primer edil y candidato a la reelección.

Autonomía, estabilidad y progreso. Son las tres palabras con las que el socialista ha querido definir la entente que hoy se ha sellado. González ha manifestado su alivio por no tener que depender de terceros para aprobar asuntos prioritarios como unos presupuestos municipales, algo que ha sido un buen quebradero de cabeza para el tripartito desde 2016, al estar en minoría. Si bien, el líder del PSOE no ha excluido la posibilidad de "tender puentes", haciendo un guiño a Ciudadanos, aunque sin referirse a este partido.

Sí que ha avanzado que la aprobación del presupuesto va a ser una de las primeras medidas que ponga en marcha el nuevo gobierno, al haber tenido que prorrogarlo por la falta de apoyos del pleno.

También ha cifrado en tres las prioridades para la ciudad: el impulso al empleo, la cohesión social y la mejora de servicios públicos. Como proyectos concretos ha resaltado el Campus Tecnológico, la urbanización del entorno de la Institución Ferial Alicantina, la creación de más suelo industrial, la regeneración de San Antón y la rehabilitación urbana y mejora energética.

Además, ha puesto el foco en la importancia de materializar proyectos impulsados en el anterior mandato. "Es la segunda parte de un buen gobierno y recolectaremos la siembra", ha dicho González. En cuanto a quién asumirá la gestión de cada concejalía, el primer edil no ha dado plazos. Sí que ha dicho que "seremos ágiles y rápidos en la organización".