La Cámara de Industria, Comercio y Navegación de Alicante consiguió rebajar sus pérdidas al cierre del ejercicio pasado a la mitad, dejándolas por debajo de los 2 millones de euros, frente a los 3,9 millones de la liquidación de 2012, cuando el agujero se situó en los 3,9 millones. De hecho, en 2012 se llegó a multiplicar por diez el déficit que planteaba inicialmente el presupuesto de ese. Con este punto de partida, y pese a que de puertas hacia afuera apelan a la cautela, desde la institución cameral miran con más optimismo al horizonte, especialmente de cara al ejercicio 2015, cuando esperan lograr por fin el equilibrio presupuestario. Para ello, confían en contar con la nueva ley autonómica de cámaras como aliadas.
Evidentemente a nadie se le escapa que las pérdidas aún son significativas. Sin embargo, el hecho de que se haya reducido de forma considerable el agujero y que, además, cuenten con unos fondos propios negativos que se sitúan en el entorno de los 20 millones de euros ha supuesto para la cúpula de la institución cameral una auténtica inyección de moral. Al fin y al cabo, buena parte del empresariado no puede evitar dirigir su mirada a Coepa. Es verdad que la patronal que dirige Moisés Jiménez tiene previsto aprobar unas cuentas que no llegan a los 700.000 euros, pero tampoco es menos cierto que del resultado de restar el excedente del ejercicio al fondo social obtienen una cifra negativa que ronda los 1,2 millones de euros, frente a los 646.791 euros del año anterior, y ello pese a que en 2011 era positivo, con 1,7 millones. A ello, se suma la descapitalización de Coepa, que acaba de vender su antigua sede de Ruperto Chapí, la que precisamente ocupa la Cámara en régimen de alquiler.
La Cámara finalmente llevará las cuentas al pleno del lunes. Inicialmente, estaba previsto que el balance se debatiera en el mes de junio, prácticamente coincidiendo con la reunión que Coepa también había convocado para aprobar sus cuentas y que se tuvo que aplazar por la aparición de unas subvenciones del Ivace de 1995 que no estaban contabilizadas. No obstante, en el caso de la institución que preside José Enrique Garrigós se optó por dejar la convocatoria para después del verano para poder incorporar la revisión de la liquidación del IVA, que, finalmente, también ha tenido un resultado positivo en el balance final de 2013, aunque no en una cantidad excesiva. En este sentido, en círculos empresariales atribuyen buena parte de esta reducción de las pérdidas a las rebajas impulsadas en el capítulo de gastos y, fundamentalmente, en materia de personal, servicios exteriores y gastos de explotación.
Con estos puntos de partida, desde la Cámara confían en ver la luz al final del túnel de cara a 2015. De hecho, las previsiones que parece que manejan apuntan a que se podría conseguir el equilibrio presupuestario para ese ejercicio, en buena parte por la nueva ley de cámaras que prepara el Consell. Y es que desde la institución no quieren lanzar las campanas al vuelo, pero no esconden que, al menos por ahora, esa regulación que prepara la Generalitat puede ayudarles, y mucho, a salir del pozo, gracias a las fórmulas de financiación que contempla.
Mientras tanto, confían en que el presupuesto de 2014 se cumpla al cierre de este año, con lo que las pérdidas volverían a rebajarse a la mitad y se quedarían aproximadamente en un millón de euros. Por ahora, lo que se comenta en círculos empresariales es que esas previsiones se están cumpliendo hasta la fecha. En cualquier caso, desde la Cámara siempre se ha culpado al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de todos sus males, sobre todo por la eliminación del recurso cameral permanente, que, según las estimaciones que manejan, hizo que sus ingresos cayeran en 7 millones de euros, y éste es el argumento que siguen utilizando para defender su gestión.
Por otro lado, está previsto que por el pleno también pase la tramitación de la renuncia al derecho de tanteo y retracto sobre el edificio de la plaza Ruperto Chapí, donde la Cámara está ahora en régimen de arrendamiento. Al final, no deja de ser un trámite formal, ya que Coepa ya firmó la escritura de venta del edificio a un inversor ruso en el mes de agosto.
