Hay que extender la mediación a todas las etapas educativas y a todo el grupo, no basta con actuar entre los directamente implicados porque el éxito inicial de esta actuación se difuminará en breve y los malos hábitos se reproducen.

Mari Carme Boqué, experta nacional en mediación educativa, procedente de la Universidad Ramón Llull, ha expuesto ante los alumnos y profesores mediadores las claves fruto de su investigación para que la mediación tenga éxito durarero y se extienda a nuestro devenir diario también en sociedad.

También hace falta un mediador externo en los centros educativos y que se impliquen los políticos autonómicos y locales porque sus frutos abarcan el entorno extra escolar también.

Debemos abrir la puerta a la mediación con las familias y profesores, no es algo exclusivo para atajar la violencia escolar entre alumnos, y lo suyo sería certificar oficialmente el nivel de mediación obtenido puntualmente para ir mejorando, así como generar evaluaciones.

Boqué lamenta que la actual mediación escolar se queda corta porque reproduce el sistema educativo que está anclado en el "ojo por ojo" o que "el que la hace la paga", aunque sea desde un lenguaje más amable.

"El alumno también puede y debe decidir, incluso deberían estar presentes en las evaluaciones que hacemos los docentes sobre los estudiantes".

Entre las ideas que lanzó esta experta, ante un auditorio repleto en el Aula de Cultura de la Fundación Caja Mediterráneo, destacó que la mediación supone un importante ahorro que debería cuantificarse en cuestión de destrozos, vandalismo y ocio mal entendido que dejan de producirse.

Boqué es partidaria de poner en valor que mediar implica responsabilizarse socialmente "y es algo que está por hacer. Hay que tener una mirada proactiva de futuro en lugar de limitarse a la actuación individual".

Se califica a sí misma como instructora de formadores y tuvo palabras de elogio hacia la labor generada en los Institutos Virgen del Remedio y Gran Vía de Alicante, en los que la Fundación CAM mantiene el programa de mediación con profesionales de la interculturalidad y de etnia gitana.

Superficial

"Se hace en general una mediación muy superficial aunque da buen resultado, y da para mucho más. Hay que atreverse con conflictos entre familias y profesores porque la mediación transforma y ese mundo mejor es posible y debemos generarlo", añade Carme.

Echa en falta que se disponga de recursos porque sin ellos solo se actúa voluntariamente como ahora, no se avanza. "La mediación no es cosa de niños, deben hacerlo posible los politicos", insiste.

Si se siembra en la escuela, se siembra en la ciudad, afirma.

Tambien apunta que lo sucede con los whatsapp de los grupos de padres es "increible". "He encontrado centros que exponen que las familias que quieran tener whastapp de grupo dispondrán de un mediador, porque si no, solo con estar te sumas al que machaca", sostiene.

Sobre el acoso apunta que los alumnos lo saben, y que la mediacion puede parar rápidamente conflictos que pueden enquistarse, "pero hasta los 18 años todo el mundo se puede equivocar, hay niños errantes que necesitan salir del rol de dominio para no repertirlo en su vida posterior. El poder lo tiene la mayoría y hayy que actuar con el grupo de clase, estas son las herramientas de la mediación y los alumnos no pueden conformarse con que les dejemos el mundo como está", concluye.