No hay margen de maniobra. La dirección del PP descarta mover ficha de forma inmediata para relevar ya a Sonia Castedo, con su doble imputación a cuestas por supuesta corrupción urbanística, como alcaldesa de Alicante. Consideran que la resistencia numantina a la que ha decidido encomendarse la regidora con la carta de autodefensa que publicó el pasado domingo en este diario en la que, sin atender ni a la presión del PP con la ausencia de Alberto Fabra en el primer acto institucional de la Volvo ni tampoco a los movimientos ciudadanos en Alicante, anunciaba su intención de parapetarse en la Alcaldía es una maniobra «a la desesperada». Pero, sin embargo, nadie ve posibilidades de abordar su relevo hasta que se elaboren las candidaturas electorales dentro de medio año. Sólo habría una opción: que se agravara su situación judicial con la apertura de juicio en alguna de las dos piezas -el supuesto amaño del PGOU de Alicante y la tramitación del macroplán urbanístico de Rabasa- en las que, a día de hoy, se encuentra imputada por presunto trato de favor al promotor Enrique Ortiz.
Dirigentes del PP conceden la razón a la primera edil en alguno de los pasajes de la epístola con la que rompió su silencio. Por ejemplo, en los que se queja del tratamiento de las escuchas, del dilatado tiempo de investigación o la reivindicación que realiza de su gestión municipal. Pero, sin embargo, reconocen que la alcaldesa traslada la imagen de aferrarse al cargo con una huída hacia delante. Creen que la presión de la izquierda para promover su caída fracasó pero reconocen que la dirigente alicantina se arriesga a un calvario con pocas opciones de salir indemne. La mayoría de los dirigentes populares consultados, de hecho, dan por seguro que la primera edil alicantina se sentará en el banquillo.
Con Castedo enquistada en la alcaldía y dispuesta a aguantar hasta el final, en el PP reconocen que las opciones de abordar su relevo de forma inmediata son mínimas. Una cosa es que siga la presión sobre la primera edil.presión Pero, por contra, estas mismas fuentes admiten que nadie en la cúpula del PP, a día de hoy, puede presentarse en el grupo municipal popular para dar un golpe de mano y provocar la caída de Castedo. Su marcha, de consumarse, debería ser voluntaria o pactada. Así las cosas sólo les queda esperar hasta que se elaboren las candidaturas... O que la cosa se agrave en los juzgados. Esa es la única posibilidad de que la crisis se adelante. Frente a la tesis de María Dolores de Cospedal, que le echó un capote a la alcaldesa de Alicante cuando evitó respaldar la «línea roja» de Fabra contra los encausados por corrupción; el presidente de la Generalitat, durante una intervención ayer en Madrid, volvió a subrayar que, en ningún caso, habrá imputados en las listas de los populares de la Comunidad en la cita electoral de 2015.
En su argumentación durante un programa de La 1, Alberto Fabra vinculó gran parte de «la desafección» ciudadana hacia los grandes partidos y las instituciones a la corrupción. Ante esa situación, aseveró Fabra, ha intentado ser «inflexible» y reiteró que, en su opinión, un imputado «no debería ser candidato». Preguntado directamente sobre la posibilidad de que la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, a pesar de su doble imputación, repita en los comicios de 2015, el líder del PP insistió en que las personas implicadas en un proceso judicial vinculado a la corrupción «no serán candidatas» lo que, aclaró, «no presupone que sean condenadas». Sin embargo, volvió a defender que «un ciudadano debe poder elegir a personas no vinculadas con procesos de corrupción». «Ningún imputado tendrá cabida», volvió a remarcar.
