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Con la mirada en las elecciones

La construcción de nuevas infraestructuras y equipamientos se reinicia en varios municipios de la provincia ante la proximidad de los comicios municipales y autonómicos de 2015, tras varios años de paralización.

Con la mirada en las elecciones

La crisis ha menguado las reservas de las arcas públicas hasta reducir a la mínima expresión la construcción de nuevas infraestructuras y equipamientos. Desde que la situación económica comenzó a empeorar han sido cada vez más escasas -hasta el punto de volverse casi testimoniales- las obras finalizadas o siquiera emprendidas por parte de los municipios, la Diputación, la Generalitat o el Gobierno central. Sin embargo, en los últimos meses se observa cómo se retoman algunos de esos proyectos que parecían haber quedado en el ostracismo.

Es posible que, para la administración, acometer estos trabajos resulte un gran esfuerzo. No obstante, probablemente se vea también como algo obligado, teniendo en cuenta que falta ya menos de un año para las elecciones municipales y autonómicas de 2015. Muchos gobiernos locales, e incluso la Generalitat y el Gobierno, se juegan su continuidad, y presentar ante los ciudadanos una obra acabada puede considerarse un buen aval.

En Alicante ciudad, el nuevo acceso sur y el centro de salud de Benalúa ejemplifican ese reinicio de obras públicas. Ambas actuaciones habían quedado en el olvido en años pasados; en el primer caso se había acometido una fase inicial, pero quedaba aún un tramo por ejecutar, en un entorno bastante degradado que no ofrecía la mejor imagen de Alicante, pese a ser una de las principales entradas a la capital. Por su parte, el citado centro de salud no había pasado aún de ser un proyecto muy reclamado por los vecinos. Ahora, en cambio, las dos obras se han retomado con fuerza, hasta el punto de que en el centro de salud parecen observarse prisas para hacer los trabajos.

Los ejemplos de este ímpetu por reemprender obras que parecían haberse dejado a medias «sine die» se repiten por toda la provincia. En El Campello, el equipo de gobierno ha desbloqueado este mes las obras de la piscina, cuyos trabajos se iniciaron en 2010 con la previsión de que estuvieran terminados para 2011. Deficiencias en el proyecto y problemas con la adjudicataria causaron retrasos, impagos y paralizaciones que desembocaron en la renuncia de la contrata. Ahora se ha sacado a licitación lo que queda de esta faraónica obra. Si todo marcha según lo previsto, las obras estarían terminadas para poco antes de las elecciones de 2015.

Caso parecido a éste es el primer tramo de la Ronda Sur de Elche, que empezó a construirse hace más de cinco años y que en un principio se anunció que estaría finalizada para 2011. Tras varios años de interrupciones por problemas presupuestarios y técnicos, en los últimos meses los trabajos se han intensificado. Se trata de un tramo de unos 6 kilómetros que van desde la Ronda Este hasta la carretera del León, y que ya está ejecutado en más del un 80%, con lo que podría abrirse al tráfico en el transcurso del año próximo, muy probablemente antes de las elecciones.

Además, en Elche se van a reactivar las primeras obras de regeneración del barrio de San Antón, que lleva prácticamente tres lustros con edificios en estado casi ruinoso. También el antiguo convento de las Clarisas prevé reabrir sus puertas en 2015. Para ello Diputación y Ayuntamiento aportarán cerca de 200.000 euros cada uno, con el fin de que este céntrico inmueble se convierta en un nuevo espacio cultural.

En Santa Pola, la piscina cubierta está paralizada al 80% de su ejecución, después de la suspensión de pagos de una de las empresas que estaban realizando la obra. La infraestructura inacabada se deteriora debido a que su resolución está estancada en los juzgados a la espera de que un agente concursal decrete solución. Con la proximidad de las elecciones, el Ayuntamiento ha anunciado que está estudiando poder volver a licitar la obra para acelerar al máximo su apertura.

En la Foia de Castalla, casualidad o no, lo cierto es que la subestación eléctrica que se viene reivindicando desde hace muchos años ha sido incluida en el programa de inversiones en materia energética del Gobierno. La actuación del todo imprescindible para asegurar el crecimiento económico de la comarca. Y en Alcoy, la semana pasada el EIGE -heredero del IVVSA- regresó al grupo de viviendas Sant Jordi. La constructora Hormigones Martínez, que se había adjudicado la rehabilitación de las 88 viviendas, había abandonado las obras hace justo dos años, tras no cobrar los 1,9 millones de euros comprometidos. Sin embargo, la dicha para los vecinos fue parcial, ya que el regreso se ha producido por «reparaciones» de lo ya hecho, no para acabar los 19 pisos que faltan.

Obras urgentes pero paradas

En Elda se ha retomado también la ampliación de la nueva sede de la Policía Local en el barrio de La Tafalera, después de tres años de paralización. Resulta llamativo que los trabajos se habían tramitado de manera urgente y anticipada aludiendo razones de interés público, para después quedar parados. El grado de ejecución de estas obras es del 85%.

Por otra parte, en Torrevieja la principal obra «rescatada» de cara al año electoral es la construcción del recinto polivalente y de mercados. Una obra adjudicada y presentada en mayo de 2011 y que debería estar terminada y abierta desde principios de 2012. Se trata de un proyecto del Plan Confianza de la Generalitat presupuestado con más de 5 millones de inversión. Tras iniciarse las obras y arrastrar largos periodos de paralización hace unas semanas se anunció que la adjudicataria retomaba las obras, y que podrían estar terminadas a finales de año. La explicación sobre el parón siempre ha sido confusa, aunque era un secreto a voces que la Generalitat no tenía recursos para pagar a la adjudicataria.

El Ayuntamiento de la ciudad salinera tiene otras dos bazas en cartera. Una es retomar la construcción del Museo de la Semana Santa, paralizado desde hace dos años. Además, quiere empezar en octubre la renovación del paseo marítimo entre Punta Margalla, en la playa del Cura y la curva del Palangre, en la playa de Los Locos. En este caso el proyecto cuenta con una subvención prevista de la Diputación del 60% del coste que se acerca a los 800.000 euros.

También la Marina Alta parece abocada a vivir tras el verano un frenesí de obras públicas inesperado. Dénia ha pasado de la parálisis total a encontrarse 8 millones para invertir. Ese dinero se destinó en principio al teatro-auditorio La Nau, pero el proyecto, por su envergadura, se fue a pique. El dinero se ha repartido ahora en un puñado de obras de menos relumbrón. Entre otras, asfaltar calles, soterrar contenedores en Jesús Pobre, reurbanizar la calle que sube al castillo y renovar la iluminación y la señalización de la fortaleza.

En Xàbia, el equipo de gobierno también se ha lanzado a invertir, pero con fondos propios. El remanente positivo de 4 millones de euros le da para tirar la casa por la ventana. Se acabará de urbanizar la Vía Augusta, un gran bulevar que une los núcleos del Puerto y el Arenal, y que se inició hace ya 15 años. Y en Calp, el alcalde César Sánchez acabará también una obra eterna: la mejora comercial del centro urbano. Los trabajos se iniciaron cuando las empresas ya estaban asfixiadas por la crisis. Ahora se ha adjudicado por 195.000 euros el alumbrado y la reparación de las deficiencias en la calle Corbeta.

Esta información ha sido también elaborada por José Antonio Rico, Jesús M. Grau, María Andreu, Ana Fajardo, Miguel Vilaplana, Mario Candela, J. C. Pérez Gil, David Pamies y Alfons Padilla.

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