Vía libre para reanudar la rehabilitación del Castillo y de la Casa Rovira de Xixona, y para el inicio de las obras de construcción del nuevo pabellón del colegio Sagrada Familia. El Ayuntamiento de Xixona ha dado luz verde para que en los próximos días se retomen las obras municipales que tuvieron que ser suspendidas por la declaración del estado de alarma a causa del Covid-19. Esta decisión se ha adoptado con el objetivo de reactivar cuanto antes el tejido económico de la localidad, después de que el Gobierno de España haya dado permiso para la reanudación de actividades no esenciales.

El Consistorio ha solicitado a las empresas adjudicatarias de las obras que adopten las medidas de prevención necesarias para garantizar la seguridad frente al virus, tanto de los trabajadores como de las personas que tengan que intervenir en la obra y en los desplazamientos.

La alcaldesa Isabel López (PSOE) ha recordado que "una de las primeras medidas que adoptó el equipo de gobierno cuando se desató la crisis del coronavirus fue parar las obras que estaban en marcha para evitar riesgos de contagio y reducir la movilidad en la población". La primera edil ha señalado también que "una vez que las adjudicatarias nos han presentado sus protocolos de protección y han tomado las medidas necesarias, no queremos alargar más una situación que podría acarrear consecuencias muy negativas, tanto para las empresas como para los trabajadores".

Entre las obras afectadas se encuentra la reforma del Castillo, una actuación que desarrolla Doalco S.A. y que tiene como objetivo rehabilitar los dos elementos más importantes de la fortaleza xixonenca: la Torre Grossa y la alcazaba. Para estos trabajos, con un coste de más de 500.000 euros, el Ayuntamiento cuenta con una ayuda concedida por la Generalitat de cerca de 275.000 euros, procedentes del Fondo Europeo de Desarrollo Regional.

Así mismo, quedaron paralizadas las obras de rehabilitación de la Casa Rovira -realizadas por Lorquimur S.L.- para convertirla en nueva sede de la biblioteca municipal. Estos trabajos tienen un coste de 1.155.866,67 euros, de los cuales 950.000 los aporta la Diputación a través de una subvención.

El coronavirus también dejó sin comenzar las obras de construcción del gimnasio-comedor del colegio Sagrada Familia, que Construcciones Porticada S.L. debía iniciar la misma semana en la que se desató la crisis y que es una obra largamente demandada por la comunidad educativa.

Del mismo modo, las medidas preventivas por el Covid-19 obligaron a las empresas MOA y SICE a paralizar las obras que estaban acometiendo en los polígonos industriales de Xixona, entre ellas la renovación del alumbrado y la instalación de cámaras de seguridad. En estas áreas había otras obras a punto de finalizar, en las que participan las empresas Los Serranos y Eiffage y las jijonencas Construcciones Txesco y José García Pérez. En este sentido, la alcaldesa ha recordado que "durante el último año los polígonos industriales están siendo objeto de diversas actuaciones, fruto de la subvención de casi dos millones de euros por parte de Ivace para la mejora, modernización y dotación de infraestructuras y servicios en polígonos y áreas industriales de la Comunitat".

Otra de las obras afectadas por la paralización y que podrá reanudarse es la de la renovación del colector de la calle Sant Francesc, ejecutada por la mercantil jijonenca Construcciones GS, que estaba prácticamente finalizada a falta de reasfaltar la calle.

La edil de Obras Públicas, María Teresa Carbonell, ha destacado que "la envergadura de las obras hace conveniente que se reanuden cuanto antes para no dilatar los plazos y poder dar respuesta a las necesidades del municipio". En este sentido, el coste total de estas actuaciones supera los 4,5 millones de euros.

Carbonell también ha asegurado que "cuanto mejoren las previsiones meteorológicas, se reanudarán las obras de sellado de la piscina del polideportivo municipal".

Además, la pasada semana la Generalitat reanudó los trabajos de limpieza de La Carrasqueta, para retirar los miles de pinos destrozados por la borrasca Gloria del pasado enero.