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Xixona

La Torre Grossa revela su secreto

Los trabajos de rehabilitación del Castillo permiten descubrir que su principal vestigio contaba con una cuarta pared y no tres como se pensaba hasta ahora, lo que va a tenerse en cuenta en su reforma. Las obras van a poner en valor la atalaya y hacerla visitable

La Torre Grossa, durante la visita a las obras de reforma realizada el pasado viernes. Pilar Cortés

La Torre Grossa, principal vestigio del Castillo de Xixona, tenía en su origen cuatro paredes y no tres, como se pensaba hasta ahora y como ha llegado hasta nuestros tiempos. Las obras de rehabilitación que se llevan a cabo desde finales de noviembre han desentrañado el misterio de ocultaba el torreón, emblema de lo que fue una fortaleza clave que durante siglos ha permanecido abandonada. Ahora, estas obras van a hacer que esta atalaya resurja del estado ruinoso en el que se encuentra, y de paso están desvelando algunos de sus secretos.

Las labores arqueológicas de limpieza, desescombro y excavación del interior de la Torre Grossa han permitido descubrir que aún queda una parte de esa cuarta pared, en la base de la torre. Este hallazgo se dio a conocer el pasado viernes durante una visita a las obras a la que acudieron la alcaldesa Isabel López; la edil de Urbanismo, María Teresa Carbonell; el arqueólogo Gabriel Seguro; los arquitectos Santiago Varela y Santiago Varela hijo; Eduardo Merino, de la empresa adjudicataria de los trabajos Doalco; y el cronista oficial de Xixona, Bernardo Garrigós.

La estructura original de la edificación que da nombre al Castell de la Torre Grossa era una de las incógnitas que presenta la rehabilitación, y por ello se había tenido en cuenta en el proyecto la posibilidad de que apareciera esta cuarta pared para incluirla en la reforma. De cualquier forma la Conselleria de Cultura ya advirtió en su autorización para la rehabilitación de esta atalaya que «la existencia de una cuarta pared no está documentada», por lo que de descubrirse su existencia, se debería comunicar a la Generalitat este cambio. Un cerramiento que en cualquier caso durante la visita se explicó que es necesario para evitar filtraciones de agua y frenar así el deterioro de la torre, ya que cuando llueve mucho su base se llena de agua.

Por ello, ahora los arquitectos, arqueólogo y la empresa responsable estudian una solución para recuperar esta cuarta pared, mientras que siguen las obras de reforma. Precisamente el fuerte viento en esta zona tan escarpada ha dificultado mucho los trabajos, que incluso han tenido que ser suspendidos varios días esta semana debido a la peligrosidad que supone.

Tal y como ya explicó el arquitecto Varela en su día, existen ejemplos en la provincia de torres defensivas como la de Xixona con tres y con cuatro paredes, y finalmente los trabajos han permitido aclarar que originariamente tenía cuatro paredes. Es más, al sacar toda la basura y escombros que había en el interior, ha salido a la luz parte de la pared, y se ha excavado y desbrozado su entorno. Así mismo han aparecido restos de cerámicas, aunque de escaso valor, ya que en la Torre Grossa ya realizó una excavación el Padre Belda hace cerca de 80 años. En cambio, sí que podrían aparecer restos más relevantes en la excavación que se va a realizar en la alcazaba.

Del mismo modo, se está acondicionando un camino para hacer visitable de forma segura la fortaleza. Y para la rehabilitación de la alcazaba, que se sitúa en la parte más alta con una enorme pared vertical de roca detrás, se van a instalar unos andamios para poder trabajar con seguridad.

Este Castillo de Xixona fue construido por los almohades entre finales del siglo XII y principios del siglo XIII, convirtiéndose tras la reconquista cristiana en un elemento clave en la defensa de la frontera del reino de Valencia con Castilla.

Dos escaleras

Ahora, con estas obras, la Torre Grossa recuperará su aspecto original, se iluminará su interior y se la dotará de unas escaleras exteriores para poder acceder a la parte superior. También se realizará un recrecido de los muros de la alcazaba y se establecerán las otras tres torres que tenía la fortaleza, remarcando la importancia de la Torre del Homenaje, en cuyo cuerpo se va a instalar una escalera de caracol que permitirá ascender a una plataforma superior desde la que se podrá contemplar todo el recinto amurallado.

Del mismo modo se van a instalar paneles para explicar la estructura de la fortaleza y su historia. Toda la actuación tiene un coste de 528.095 euros, aportando la Generalitat 275.000 euros a través de fondos europeos, permitiendo así que se vaya a rescatar del olvido uno de los iconos de Xixona.

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