Un giro sustancial para que, de una vez por todas, cuaje el proceso de implantación del proyecto universitario católico en Sant Joan. El alcalde del municipio, Manuel Aracil, adelantó ayer que la futura instalación se ubicará en la localidad pero como un «centro adscrito» a la Universidad Católica de Murcia y no como una entidad en solitario, tal y como estaba previsto en el proceso inicial. Una «trampa» legal que daría aire al primer edil santjoaner, el cual intenta cumplir así con el proyecto estrella de su legislatura sin necesidad de esperar a que la Generalitat dote al futuro centro con una ley de reconocimiento. Un paso que, hasta ahora, era imprescindible para la instalación de la Universidad Católica de Alicante (UCA) en Sant Joan, pero que con el giro dado ahora ya no se requiere. No habrá UCA en el municipio, sino UCAM.
Como se recordará, al inicio de su mandato, Aracil anunció, a bombo y platillo, la implantación de la Universidad Católica de Alicante (UCA) en el municipio, una propuesta que «generaría empleo y riqueza» para los santjoaners. La Fundación San Antonio era la promotora del proyecto. La institución religiosa ya contaba con un centro en la comunidad vecina, la Universidad Católica de Murcia (UCAM). Sin embargo, el procedimiento sufrió un revés cuando el Tribunal Constitucional emitió una sentencia en la que obligaba a que las universidades promovidas por instituciones religiosas siguieran los mismos trámites de creación que los centros universitarios privados.
Hasta ese momento, los acuerdos de la Santa Sede permitían a la Fundación de San Antonio implantar la UCA en Sant Joan sin necesidad del permiso de la Generalitat. Pero, tras estudiar la sentencia, la Conselleria de Educación dio marcha atrás y decidió equiparar la formación de la futura UCA a la ley que rige a los centros públicos. Por tanto, la dotación de una ley de reconomiento para la UCA se convirtió en un paso imprescindible para su llegada.
Con todo, el Consell ha ido posponiendo la tramitación de la ley de reconocimiento para la UCA, hasta el punto de que el alcalde se ha visto obligado a cambiar el paso para intentar forzar la llegada del proyecto educativo a través de la creación de un centro adscrito a la UCAM. «La Comunidad de Murcia está negociando con la Generalitat para posibilitar la llegada de la Universidad a Sant Joan», aseguró ayer el primer edil, el cual sostiene, además, que es cuestión de semanas que la consellera de Educación, Maria José Catalá, anuncie el acuerdo. De hecho, el presidente de la Fundación San Antonio, José Luis Mendoza, visitó ayer el municipio, junto al resto de su equipo, para estudiar el terreno donde se implantará el futuro centro adscrito a la UCAM. «El comienzo de las obras es inminente», lanzó ayer Aracil.
Cambios en el convenio
El nuevo planteamiento apareja cambios en el convenio interadministrativo previsto para implantar la UCA. Como se recordará, el Ayuntamiento compró a la Generalitat la residencia de Tiempo Libre por 4,5 millones, con el objetivo de cederla gratuitamente a la UCA. A cambio, la Fundación San Antonio abonaría 4 millones al municipio, que se destinarían a reformar dos institutos de la localidad.
Por otra parte, la Generalitat liberaría al Ayuntamiento santjoaner de la deuda por el inmueble, como recompensa por la reparación de dos centros de educación secundaria. Una competencia que, pese a ser autonómica la asumiría el Consistorio.
Ahora, sin embargo, el Ayuntamiento se limitará a pagar a la Generalitat la deuda pendiente por la compra de Tiempo Libre y será la Administración autonómica la que reforme los institutos de la localidad. El pago por el inmueble se debe saldar en seis meses. «La UCAM ingresará la cantidad cuando arranquen las obras», señaló Aracil. Un hecho que, según el alcalde, se producirá antes de que concluya el año.
Además, el primer edil aseguró que la Fundación San Antonio ingresará, finalmente, 4,5 millones de euros.
