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El PP de Alicante propone un congreso para relevar a Fabra

Císcar evita seguir el camino del aún jefe del Consell y rechaza anunciar su marcha

El PP de Alicante propone un congreso para relevar a Fabra

Aún bajo los efectos del «shock» que supuso el espectacular hundimiento en las elecciones municipales y autonómicas del pasado domingo, la Junta Directiva Provincial del PP, al mando de José Císcar, se reunió ayer en un encuentro con los notables populares dedicados a la terapia de grupo tras la derrota. Resistir el «tirón» para llegar a las generales. Ganar tiempo a la espera de otras elecciones, las que se celebran en novimbre, en las que, si vuelven a salir mal las cosas, la formación se abrirá ya en canal después de la grave crisis en la que está sumida después que, con los resultados del pasado domingo en la mano, los populares se puedan quedar sin el poder en las principales instituciones. Císcar, como avanzó este periódico, evitó seguir el camino de la dimisión en diferido de Fabra, que el martes anunció su marcha pero dentro de un año. De momento se mantiene en el puesto y, al menos esa fue la sensación que se llevaron buena parte de los asistentes, orquestó las intervenciones -el día previo Císcar telefoneó a alcaldes y notables populares y calmar las aguas de la crisis- para que apoyaran sus tesis y a la vez abonaran el camino para facilitarle su acceso a la Diputación, una de las pocas instituciones que el PP puede retener.

La reunión de la cúpula popular alicantina venía marcada, al margen de la debacle electoral del 24-M, por la decisión de Fabra de ir preparando su salida con una invitación a que el resto de dirigentes responsables del batacazo le siguieran. Císcar no se dio, en ningún momento, por aludido e hilvanó un discurso para intentar ahogar las posibles voces críticas que pudieran surgir durante el encuentro. Reivindicó primarias, listas abiertas y limitación de mandatos, como piden algunos cargos jóvenes del PP. Asumió la derrota con una cierta autocrítica y lanzó la idea de una convención en julio abierta a militantes y simpatizantes para abrir esa reflexión. Hizo autocrítica de la gestión de la Generalitat sin citar en ningún momento a Fabra: «Hemos tomado medidas necesarias pero antipopulares y contra los ciudadanos». Culpó a Rajoy con una frase con la que todos los que acudieron a la cita se quedaron: «La gaviota del PP tiene las alas de plomo», lanzó como ejemplo. E, incluso, recogió la propuesta que le lanzaron, entre otros, el todavía diputado Andrés Ballester para la celebración de un congreso regional extraordinario urgente para abordar de inmediato el relevo de Fabra. Lejos de evitar la cuestión, el aspirante a la presidencia de la Diputación se comprometió a elevarlo a la dirección regional. Podía haberse callado pero tuvo ese «gesto», que a nadie pasó inadvertido, de acceder a trasladarlo a Valencia.

Frenar las críticas

La mayoría de las intervenciones, de alguna manera, reforzaron ese discurso de Císcar para frenar las críticas. El alcalde de Calp y vicesecretario regional, César Sánchez, uno de los que ha salido mejor parado de los comicios, volvió a reclamar -es una de sus reivindicaciones desde hace tiempo- la elección de candidatos por votación de los militantes o la limitación de mandatos. Alcaldes o la diputada electa Mayte Parra avalaron la tesis sobre la responsabilidad de Rajoy. Adela Pedrosa, con un resultado nefasto en Elda pero a la espera de volver a colocarse en la Diputación, salió a elogiar a José Císcar y le ofreció su respaldo total y absoluto.

Císcar aprovechó, incluso, para abrirse el camino hacia la corporación provincial. Tanto el alcalde de La Nucía, Bernabé Cano; como Eduardo Dolón, de Torrevieja; y David Planes, primer edil de Benifato, salieron a afear la gestión de Luisa Pastor en la Diputación. No sólo criticaron su labor política sino que, además, le echaron en cara que haya dedicado gran parte de la gestión a acumular buenos datos económicos sin reforzar la inversión en los municipios. La todavía presidenta de la institución, también arrastrada en estos comicios a un pésimo resultado electoral, anunció que se postulará a la reelección. Le aplaudieron seis concejales que se llevó a la reunión y, entre otros, el alcalde de La Cañada, Juan Molina, que controla el escaño obtenido por el PP en el partido judicial de Villena.

Con este escenario y copando la mayoría de las intervenciones, las voces críticas fueron pocas. Uno de los más duros fue Alejandro Pastor, hasta ahora alcalde de Ràfol d'Almúnia y que anunció su dimisión al frente de la secretaría dedicada a la atención a los pequeños municipios; y un clásico de este tipo de reflexiones de terapia, el aún primer edil de Callosa d'En Sarrià, Batiste Saval, uno de los grandes derrotados en la Marina Baixa, y que enseñó el camino tras su batacazo electoral: deja sus cargos tras la debacle. Tampoco pasó desapercibida la intervención de Paco Maestre, militante de Alicante y que formaba parte del comité electoral regional, que vino a reclamar una reflexión sobre el hundimiento en la ciudad de Alicante. Nadie más del PP de la capital habló a pesar de que en los últimos días se han sucedido las críticas internas por la candidatura o el diseño de la campaña de la número uno, Asunción Sánchez Zaplana. Ni ella ni el jefe de campaña, Luis Barcala, abrieron la boca. Císcar dijo asumir por completo la responsabilidad y se ofreció a hablar con todos «el tiempo que haga falta». De momento, el líder provincial del PP gana margen para intentar asegurarse el control de la Diputación y, entonces, atrincherarse en Alicante para resistir durante la travesía del desierto.

En su comparecencia posterior a la cita, el presidente del PP de Alicante, José Císcar, confesó que los dirigentes de su partido se encuentran «un poco afectados» ya que no esperaban los resultados del domingo. Ahora la prioridad, trasladó, es lograr la alcaldía en 29 municipios donde el PP es la fuerza más votada pero sin mayoría. «A pesar de que lógicamente estamos un poco afectados porque es un resultado que no esperábamos, la reacción de la gente está siendo muy buena. Hay ilusión por remontar, se es consciente de que el PP tiene suficiente potencial, pero tenemos que entender lo que los ciudadanos nos han dicho, y adaptar nuestros mensajes y forma de hacer política», resumió Císcar. «Tenemos que obtener la alcaldía allí donde hemos sido los más votados», dijo y, para ello, se ofrecerán acuerdos a Ciudadanos, independientes, el PSPV o Compromís. «No vamos a plantear ninguna restricción para alcanzar acuerdos», señaló antes de pedir que sean los dirigentes locales los que pacten ya que son los que «conocen mejor que nadie la realidad».

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