Ni la devolución de los 14.500 millones de «deuda histórica» que, por ahora, el Gobierno de Alberto Fabra no se atreve a pedir a Madrid no se atreve ; ni el fondo extra de 1.000 millones que el Consell solicita para salvar el ejerciciofondo extra 1.000 millones salvar ejercicio, coger aire antes de las elecciones y cubrir la Sanidad o la Educación; ni un nuevo reparto más de la financiación nuevoreparto financiación que acabe con el expolio que sufren los valencianos en la distribución de la tarta autonómica. Nada de eso, a día de hoy, supone una vía de ingresos para la Generalitat que, por contra, malvive con un «rescate» autorizado por Cristóbal Montoro que, en realidad, se nutre de préstamos como el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). Operaciones de tesorería que habrá que devolver a las entidades financieras con intereses. Los últimos datos del Banco de España sobre la evolución de la deuda autonómica, al cierre del primer semestre de 2014, fijan el altísimo precio que la Comunidad está pagando por el descontrol en la gestión de fondos pero, desde luego, también por la discriminación en el reparto de los ingresos que llegan de Madrid con otro récord de deuda que ya se sitúa en 34.782 millones, cerca de los seis billones de las antiguas pesetas y un 16,5% más que hace un año.
En lo que va 2014, el «agujero» continúa desbocado y ensanchándose aunque con una intensidad algo más moderada en el último trimestre. Durante los primeros seis meses del año, de hecho, el lastre con los bancos ha crecido en otros 2.323 millones -un 16,5%- a un ritmo de 12,9 millones diarios. Con esos indicadores, la Comunidad sigue en los puestos de cabeza de ese ránking: la segunda en valores absolutos, únicamente superada por Cataluña; y la primera en relación al PIB. El «agujero» que la administración autonómica tiene contraído con los bancos llega al 35,7% del Producto Interior Bruto, más del triple que cuando arrancó la crisis económica. La portavoz del Consell, María José Catalá, se acogió a los datos del último trimestre -376 millones de aumento, un 1,09%- para defender que el incremento de la deuda valenciana es inferior a la media nacional y lo atribuyó a las últimas disposiciones de los fondos del rescate que, dijo, han permitido una financiación «a coste menor».
Estamos, en cualquier caso, ante una cantidad astronómica como queda más claro si se compara con otras magnitudes. En el supuesto de que la deuda de la Generalitat tuviera que pagarse «a escote», cada valenciano tendría que rascarse el bolsillo y poner encima de la mesa 6.802 euros. Es decir, a una familia tipo de cuatro miembros le costaría la «fiesta» cerca de 27.500 euros. Si la Generalitat optara, por contra, por saldar esa deuda de sus propios presupuestos, la actividad autonómica se tendría que parar durante casi dos años y medio. De haber contado con una financiación ajustada a su aportación al Estado, sin embargo, la deuda de la Generalitat sería un 40% más reducida. Tanto el sistema de financiación que aprobó el Gobierno de Aznar como el validado por Zapatero en 2009 discriminan a la Comunidad. En cualquier caso, Mariano Rajoy no considera prioritario reformarlo. No están dispuestos en el PP a abrir ese melón antes de las elecciones autonómicas de 2015 y a generar un conflicto entre sus «barones».
El Gobierno confía en que el lastre del conjunto de las administraciones, que con los datos de ayer volvió a situarse en una cifra récord, se pueda empezar a equilibrar e, incluso, a rebajarse en 2017. La deuda de todas las instituciones públicas, de hecho, creció el 6,54% en el segundo trimestre de 2014 y alcanzó los 1,012 billones de euros, lo que equivale al 98,9% del PIB, el nivel más alto de las series históricas del Banco de España. El «agujero» de la administración central se incrementó el 7,84% (hasta 885.232 millones, equivalentes al 86,4% del PIB), el de las comunidades autónomas aumentó el 15,7% (hasta 228.234 millones, el 22,3% del PIB) y el de los municipios bajó el 5,7% (hasta 41.994 millones, equivalentes al 4,1% del PIB). La deuda de la Seguridad Social, por su parte, está en 17.203 millones, prácticamente igual que hace un año. En un comunicado, el Banco de España explicó que parte del endeudamiento total -casi 6.000 millones de euros- es achacable a la nueva metodología que está contenida en el Sistema Europeo de Cuentas.
