Otro varapalo más. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, desbarató ayer las reivindicaciones del conseller Juan Carlos Moragues y cerró la puerta a un nuevo modelo de financiación autonómico ya no sólo para 2014, sino incluso para 2015. En un tenso Consejo de Política Fiscal y Financiera, Montoro fue tumbando una a una las propuestas con las que se plantó Moragues en Madrid. La primera, la financiación. El conseller reclamó en la reunión que el Gobierno inicie ya los trámites para revisar el actual sistema de reparto de fondos y, una vez aprobado, aplique la retroactividad a 1 de enero de 2014. Pero el Gobierno no lo hará. En su comparecencia ante los periodistas tras el cónclave, Montoro fue muy explícito. «No da tiempo», zanjó al ser cuestionado sobre las posibilidades de que el nuevo sistema entre en vigor en 2015. Y añadió: «Imagínese que fuéramos capaces de alcanzar un gran acuerdo político antes del 1 de enero de 2015... No da tiempo».

La alternativa de la Generalitat a la reforma del modelo pasa por que el Gobierno arbitre este mismo año un mecanismo adicional que compense a las comunidades autónomas que salen discriminadas con la distribución del dinero. Aunque Montoro no mentó ese tema en su comparecencia, sí dejó entrever que la Comunidad puede ir olvidándose de recibir un trato preferencial. «Es una obviedad que no podemos abordar un nuevo sistema que suponga que el Estado ponga más dinero, porque no lo tiene», dijo. Moragues, sin embargo, aún confía en que el Gobierno modifique su postura y sí acceda a habilitar un sistema de nivelación.

El ministro, por su lado, también censuró las tensiones entre comunidades. «No vamos a promover una discusión que cree más agravios y enfrentamientos entre las comunidades autónomas y con el Gobierno», apostilló. Cuestionado entonces por el clima que se vive entre los distintos responsables de Hacienda, admitió que no es el idóneo. «Lo veo regular, francamente. Veo demasiada discusión sobre agravios comparativos, y eso no es propicio», espetó.

Estos no fueron los únicos varapalos con los que se marchó Moragues ayer de Madrid. En la reunión, el Ministerio también informó a los consejeros de Hacienda que la liquidación de los anticipos concedidos en 2013, que se realizará en 2015, se cerrará con un saldo a favor del Estado de 2.000 millones de euros. Es decir, todas las comunidades, incluida la Valenciana, tendrán que reintegrar dinero al Ejecutivo. El Gobierno deberá estudiar si esas cantidades se podrán devolver, como ocurrió en 2008 y 2009, en un periodo de 10 años.

La única noticia positiva con la que se marchó Moragues ayer de Madrid fue el incremento de los fondos que recibirá la Generalitat el próximo año debido a las mejoras en las previsiones económicas estatales. En su conjunto, el aumento será del 4,8 %.

Pese a que el Consejo no transucrrió como le hubiera gustado al conseller, sí que votó a favor de un déficit simétrico para los próximos tres años. Todos los dirigentes del PP lo hicieron. Las comunidades tendrán que cerrar el próximo año con un desfase presupuestario del 0,7 % de su Producto Interior Bruto, en 2016 no podrán superar el 0,2 %, mientras que en 2017 deberán quedarse en el 0 %. Es decir, no podrán gastar ni un euro más de lo que ingresan. Moragues, no obstante, votó a favor de ese déficit siempre y cuando el Gobierno mejore la financiación de la Comunidad. De momento no lo ha hecho. Y, lo que es peor, parece que no tiene prisa. «La prioridad ahora es la reforma fiscal», concluyó Montoro.