Alberto Fabra dijo ayer basta. El jefe del Consell compareció ante los periodistas tras presidir el primer pleno del Ejecutivo del año y anunció que en los próximos días exigirá al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, una inyección económica de 1.500 millones para evitar que la Comunidad siga engordando su déficit y su deuda. «Es imposible mantener un año más esta situación», proclamó. Fabra elevó el tono reivindicativo -habitualmente lo hace cuando está en la Comunidad y lo rebaja en sus visitas a Madrid-, aunque a la vez dio prácticamente por hecho que el nuevo modelo de financiación autonómica no entrará en vigor con carácter retroactivo a 1 de enero de 2014, tal y como pretendía el C0nsell . «El reto de este año es que se dote a la Comunidad de algún instrumento complementario de financiación para no generar más déficit», apostilló.

Desde 2012, la Generalitat ha venido nutriéndose de los mecanismos de rescate del Gobierno para sortear la quiebra. Las arcas del Consell han acogido con los brazos abiertos el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), el plan de pago a proveedores y los préstamos a bajo interés del Instituto de Crédito Oficial (ICO). Pero todas esas ayudas han engordado la deuda, han disparado el pago de intereses y han hipotecado la acción de futuros gobiernos. Ahora, Fabra pretende que el Gobierno insufle una «aportación extraordinaria» a la Comunidad, pero sin necesidad de retornar esos fondos. «No podemos estar un año más sufriendo una financiación injustificada (...) Por eso reclamamos un instrumento que no nos cueste dinero en el futuro», recalcó el presidente.

Aunque no cuantificó el dinero que solicitará al Gobierno central, de sus palabras se deduce que serán 1.500 millones de euros. Ese es el desfase que, según dijo, se produjo en 2013 entre lo que ingresó la Generalitat por el modelo de financiación y lo que gastó el Consell en Sanidad y Educación. «Se ha de garantizar que los derechos básicos estén financiados por el Estado», espetó visiblemente serio. No sólo en la Comunidad, sino en el conjunto del país. El jefe del Consell admitió además que otras comunidades arrastran la misma problemática y pidió al Gobierno que inyecte fondos extra a todas las regiones que se encuentran en esa situación. «No podemos esperar a 2015 y vamos a usar todas las medidas necesarias», espetó, al ser cuestionado por la táctica que empleará ante Rajoy para obtener ese dinero. Y concluyó: «Voy a trabajar para que haya una aportación extraordinaria».

A la par que criticó los dos últimos modelos de financiación autonómica -uno aprobado en 2004 bajo batuta de Aznar y otro en 2009, con Zapatero en La Moncloa-, Fabra aprovechó su comparecencia para anunciar que este año no se producirán más tijeretazos que afecten a los ciudadanos. «No va a haber más ajustes», sentenció. Y añadió: «Los hemos hecho ya todos y han sido muchos los esfuerzos por parte de los ciudadanos, familias, empresas y administración».

Fabra también quiso salir al paso de los rumores y negó que este año vaya a acometer cambios en el Consell. Al menos, por ahora. «A día de hoy, si me pregunta, no va a haber ningún tipo de cambio. Yo estoy satisfecho con el gobierno que tengo», dijo.