La mujer detenida en Elda como presunta autora de la muerte del hijo de acogida de su compañero sentimental ya se encuentra en la cárcel. La titular del juzgado de Instrucción número 2 de Elda decretó ayer su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza. No obstante, será la posterior investigación judicial la que determine si se le imputa el delito de asesinato, tal y como ha solicitado la fiscal del caso, o bien se rebaja a homicidio que lleva aparejada una pena menor.

Durante su declaración ante la juez, que se prolongó por espacio de hora y media, Alejandra G. P., de 31 años, manifestó que el pequeño de ocho años falleció al atragantarse con un trozo de jamón mientras merendaba, tras lo cual admitió haber simulado el asalto violento en el domicilio familiar por parte de dos hombres que llevaban ropa y cascos de moto. Un relato falso motivado, según señaló en su comparecencia, porque se quedó completamente aterrada cuando el menor perdió la vida y eso la llevó a urdir un montaje irreal. Una mentira que ha mantenido durante nueve meses, sin mostrar ningún signo de arrepentimiento, aunque los agentes de la Comisaría de la Policía Nacional de Elda-Petrer y del Grupo de Homicidios de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de Alicante y Madrid, centraron sus investigaciones en ella desde la misma noche del deleznable crimen ocurrido el 30 de agosto de 2017.

Pero la nueva versión de los hechos de la ahora encarcelada se contradice con el resultado de la autopsia, que en septiembre ya determinó que el niño había muerto por asfixia. Concretamente estrangulado con su propia camiseta según recoge Efe de fuentes policiales.

La acusada llegó al Juzgado de Elda a las 11.15 horas de ayer tras pasar su primera noche en el calabozo de la Comisaría. Bajó del vehículo policial esposada, sin levantar la mirada, tratando de taparse la cara con el pelo y custodiada por varias patrullas de la Policía Nacional. En las inmediaciones había numerosos medios de comunicación y una treintena de personas que la recibieron con insultos y gritos de «asesina» y «perra, te tendrían que hacer lo mismo a ti». Durante las tres horas que permaneció en el Palacio de Justicia mostró altibajos emocionales pero la noche en los calabozos hizo mella en su fuerte carácter hasta derrumbarse.

Del edificio judicial salió a las 14.30 horas con el gesto abatido para ser conducida hasta el depósito de detenidos situado en los bajos del Ayuntamiento, desde donde fue trasladada a la cárcel por la Guardia Civil.

La principal hipótesis sobre el móvil del crimen, que este diario ya adelantó en su edición del viernes, es que el niño había desencadenado unos celos enfermizos en Alejandra, que en ese momento estaba embarazada de cuatro meses de una niña de su actual pareja y también tenía a su cargo a un niño de cinco años fruto de una relación anterior. El pequeño fallecido sentía una adoración por su padre de acogida que era correspondida, y necesitaba una atención especial porque sufría epilepsia y un pequeño grado de autismo. Un obstáculo en la relación que la presunta asesina inició en 2016 con Daniel, un entrenador de atletismo de 41 años muy conocido en Elda.