El Centro Tecnológico del Mármol y Actividades Mineras de Novelda no se va a terminar de construir, al menos a medio plazo, porque el Instituto Tecnológico de la Construcción (Aidico) -del que depende- Aidicose halla inmerso en un preconcurso de acreedores y el Consell no dispone de los más de tres millones necesarios para seguir adelante con la actuación.
Las obras, que llevan casi dos años y medio paradas, están ejecutadas en un 70% y el objetivo del exdirector gerente de Aidico, Ramón Congost, era conseguir retomarlas durante la pasada primavera para poder acabarlas en siete meses e inaugurarlas en el segundo trimestre de 2015. Pero, al final, todo ha quedado en un mero propósito de buenas intenciones.
Los trabajos de este edificio tecnológico puntero, que fueron promovidos en su día por el Impiva y presupuestados en nueve millones de euros, recibieron una subvención de cinco millones de euros por parte de la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional. Sin embargo, desde Bruselas ya se advirtió a mediados de 2012, y así lo publicó este diario, que si la actuación no finalizaba antes de 2013, el Gobierno central tendría que devolver todas las ayudas recibidas para acometer el proyecto. Sin embargo, gracias a las gestiones realizadas entonces por el Ministerio de Ciencia e Innovación, a instancias de Aidico, se logró ampliar el plazo exigido para la entrega de los trabajos hasta diciembre de 2015. Un plazo que ahora carece de sentido porque difícilmente se va a poder cumplir.
A pesar de ello la Conselleria de Industria, que prefiere guardar silencio al respecto, está buscando fórmulas para evitar lo que parece inevitable. También la Asociación Mármol de Alicante ha trasmitido a los responsables del Gobierno valenciano su preocupación y respaldo para que el proyecto salga del túnel oscuro en el que se halla en la actualidad y pueda ver la luz.
No obstante, la sombra del Instituto del Mármol es mucho más alargada. Debería haber abierto sus puertas en 2005 pero, de manera provisional y también por falta de consignación presupuestaria, la Generalitat optó por poner en marcha en Novelda la denominada Unidad Técnica del Mármol, también dentro del organigrama de Aidico. Diez años lleva funcionando -provisionalmente- en una pequeña nave industrial situada en la entrada a Novelda y su equipo, compuesto por catorce investigadores y dos administrativos, ha tenido que reorientar su actividad hacia la autofinanciación mediante líneas de investigación y desarrollo de productos y servicios que puedan comercializarse en las empresas del sector. Sin embargo, tras la quiebra de Aidico, su futuro también está ahora en el aire.
