Coepa cerrará hoy el plazo de presentación de candidaturas y, salvo un cambio de rumbo de última hora, algo que a estas alturas se ve improbable, por no decir imposible, el presidente, Moisés Jiménez, repetirá en el cargo. Y es que el actual mandatario podrá cumplir con su anuncio del pasado mes de septiembre de presentar una lista encabezada por él a las elecciones del próximo 26 de febrero. Una lista que, de hecho, será la única que se registrará ante el comité ejecutivo y que, además, certificará la expulsión definitiva de los disidentes de los órganos de gobierno y, en particular, de los dos principales azotes del núcleo duro: de la patronal del metal Fempa y de Cepyme.
Moisés Jiménez sólo se limitó a confirmar ayer por la tarde que, efectivamente, iba a presentar una candidatura encabezada por él. Para ello, volverá a repetir como representante de la Fundación Coepa, no irá por cualquier otra organización empresarial, y ello pese a que en estos momentos se trata de una entidad en vías de extinción. De hecho, en el presupuesto de 2014 que pasó por el comité ejecutivo de septiembre, como paso previo a la asamblea, ya se preveían 175.000 euros para la disolución de la fundación.
Lógicamente, desde la cúpula de Coepa quitaron hierro a esta cuestión. Sí, el proceso de extinción de la Fundación Coepa sigue adelante, pero, hoy por hoy, todavía existe y Moisés Jiménez se puede presentar por esta vía, tal y como admitieron. Es más, argumentaron que es un proceso largo éste de la extinción y que, cuando se ejecute la sentencia de muerte de la fundación, las elecciones ya se habrán celebrado, con lo cual no tendría ninguna incidencia sobre su mandato.
En cualquier caso, y más allá de a qué entidad represente, en círculos empresariales algunos apuntaban anoche a que, al final, Moisés Jiménez podrá cumplir con el anuncio de repetir al frente de Coepa poco más o menos que por descarte. Él quiere repetir, tampoco hay ninguna otra alternativa, y las que se han podido barajar en los últimos tiempos han ido cayendo por una cosa o por otra, pero, especialmente, por el momento tan delicado por el que atraviesa Coepa, con una grave crisis de credibilidad, una situación económica extremadamente delicada, y la judicialización de los conflictos por parte del sector más crítico.
Precisamente ese sector más contestatario es el que ahora quedará fuera de los órganos de gobierno. No en vano, y respecto al resto de nombres que acompañarán a Moisés Jiménez en la lista para constituir la nueva junta directiva, y que deberá contener entre 20 y 40 vocales, lo que todos tenían claro, bien claro, es que no estarán ahí ni Cepyme, que, hasta ahora, ostentaba de forma directa una vicepresidencia directa, como ocurre en el modelo CEOE, pero que con los nuevos estatutos de Coepa no sólo pierde su condición de miembro nato de la patronal sino también ese puesto directivo; ni tampoco Fempa. De hecho, estas dos organizaciones acumulan en estos momentos en el juzgado hasta seis denuncias contra la organización de Moisés Jiménez, entre demandas, querellas y petición de diligencias previas por los nuevos estatutos, por los antiguos, y por las cuentas y las subvenciones recibidas, a las que sumarían dos nuevas querellas anunciadas por el presidente de Cepyme, Cristóbal Navarro, por falsedad documental, algo que hace presagiar que se pueden avecinar tiempos más tormentosos si cabe. Tanto es así que el próximo miércoles, sólo un día después de que se proclamen las candidaturas, Moisés Jiménez debería comparecer en la vista en la que el juzgado deberá decidir si accede a las pretensiones de Cepyme y suspende cualquier asamblea, también la de las elecciones, hasta que los jueces se pronuncien sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad de los nuevos estatutos, tal y como solicita la organización de Moisés Jiménez.
