El conflicto en el seno de Coepa, de seguir así, acabará por colapsar los juzgados. Y es que por si ya no fuera bastante con las seis denuncias presentadas por Cepyme y por Fempa por los estatutos, las cuentas y un supuesto delito societario, ahora llegan dos nuevas querellas, contra el presidente de Coepa, Moisés Jiménez, y su secretario general, Fermín Crespo, por un presunto delito continuado de falsedad documental. Ahora bien, el presidente de la confederación alicantina de pymes, Cristóbal Navarro, que esta vez tiene pensado presentar las querellas a título personal, no en nombre de su organización, se está planteando ampliar más el círculo. Aún no da nombres, pero ya ha dejado caer que está estudiando si incluye en estas actuaciones judiciales a otros miembros del comité ejecutivo y de la junta directiva de Coepa, bien como coautores, bien como colaboradores necesarios.
Su intención es registrar las querellas la próxima semana, en una maniobra que caldeará más si cabe el proceso electoral. Volverá a mover ficha en unas fechas claves para el futuro de Coepa. Ni más ni menos que en la semana en la que se cerrará el plazo para presentar las candidaturas para las elecciones de la patronal, elecciones en las que, por otro lado, no podrá participar Cepyme por no haber pagado las cuotas que le exige la organización de Moisés Jiménez, tras la reforma estatutaria que ya no reconoce a la confederación de pymes como miembro nato.
Ahora lo que tiene previsto denunciar en su querella Cristóbal Navarro es un delito continuado de falsedad en documento mercantil, en las que, además, para más inri, solicitará la inhabilitación mercantil de las personas que entren en las denuncias. Con ello, de salir adelante este nuevo recurso judicial, y si los tribunales acabaran por darle la razón a Navarro, no podrían estar en un consejo de administración, por ejemplo.
Lo que argumenta el mandatario de Cepyme es que se han venido falsificando datos y omitiendo otros en las actas del comité y la junta, especialmente en las dos últimas, y asegura que cuenta con «pruebas fehacientes». De momento, opta por no descubrir más su cartas, pero, a modo de ejemplo, alude a uno de los muchos incidentes que se han vivido entre críticos y oficialistas en los últimos tiempos, con el centro de oficios de Babel como detonante. En concreto, Cristóbal Navarro hacía referencia ayer a la polémica generada por la reapertura de las instalaciones de Babel antes de Navidades. En una de las reuniones, pidió a la cúpula explicaciones sobre el acuerdo que se había adoptado para abrir el edificio. Ante ello, según él, se le vino a decir que para cerrar el centro no había sido necesario ningún acuerdo y que, por tanto, para reabrirlo tampoco hacía falta. Pidió que constara acta, se le respondió, de nuevo según su versión, que no lo creían conveniente, y no lo reflejaron. «El centro de oficios es la piedra angular en la liquidación de Coepa », sentenció ayer Navarro. Esa discusión y otras diferencias por las actas llegarán ahora al juzgado, y el presidente de Cepyme ya empieza a tener experiencia en eso de llevar a Coepa a los tribunales.
