El sector oficialista de Coepa ya dejó claro la semana pasada que su intención es acelerar al máximo el proceso de reforma de los estatutos y, al menos por ahora, está cumpliendo. De hecho, la patronal ha convocado para mañana una junta directiva por la que pasará la constitución de la comisión que se encargará de la modificación. Sólo por ello, la sesión promete ser movida. Al fin y al cabo, prácticamente nadie cuestiona a estas alturas que uno de los principales objetivos perseguidos con este cambio no es otro que el de echar al presidente de Cepyme, Cristóbal Navarro, de la cúpula de Coepa, donde ocupa una de las vicepresidencias, porque así lo marcan los estatutos, como máximo dirigente de las pequeñas y las medianas empresas en la provincia de Alicante.

De entrada, Navarro no se tomó nada bien que se le vetara la participación en la comisión que se ha creado para dirigir la reforma. Sin embargo, no ha sido el único. El gesto no ha caído bien entre ciertos sectores, y colectivos como la patronal del metal Fempa ya han censurado esta actitud, se han alineado con Navarro y sólo un día después del comité ejecutivo con el que se abrió oficialmente el proceso ya anunciaron que también pedirían que se abriera la participación a todas las organizaciones que quisieran entrar. Y todo ello a pesar de que también prácticamente todos coinciden en la necesidad de impulsar una reforma en un momento como el actual para tratar de reflotar una organización que se encuentra asfixiada económicamente.

No obstante, los estatutos no serán el único punto conflictivo. Tanto en la junta directiva como en el comité ejecutivo que se celebrará con carácter previo se ha incorporado un punto para dar cuenta de un informe de la situación económica por la que atraviesa la confederación. La cuestión se abordará sólo unos días después de que el presidente de Cepyme diera un ultimátum a Coepa para que le proporcionaran el balance económico definitivo al cierre de 2013.

La situación económica de la patronal, ahogada por los impagos, ha sido uno de los puntos más controvertidos últimamente. El sector más crítico, encabezado por Cepyme de nuevo y también por Fempa, se ha mostrado muy duro con estas temas, y Cristóbal Navarro ya ha alertado alguna que otra vez de la posibilidad de que Coepa pueda estar al borde de la liquidación y de que, llegado el caso, se le podrían llegar a pedir responsabilidades personales a la directiva de la organización alicantina.

La cuadratura del círculo se cerrará con un punto incorporado a última hora: el de la constitución de otra comisión, en este caso el seguimiento de la auditoría de Coepa de 2013, en un intento de auditar al auditor. La medida, que se aprobó en el comité ejecutivo de abril, y ahora debe pasar por la junta, fue un modo de tapar la boca a Cristóbal Navarro, que ya denunció ante el Ministerio de Economía el informe de fiscalización de 2012. El presidente de Cepyme y vicepresidente de Coepa denunciaba en ese escrito hasta 14 posibles irregularidades, cuestionando así la labor de la empresa que, además, es que hará el informe de este año. Ahora, si bien Navarro no está, al menos por ahora, en la comisión de la reforma de los estatutos, sí estará en la de control a la auditora que ya hizo el informe de hace dos años.