La recuperación económica experimentada por la provincia una década después de que la crisis estrangulara sin aviso a miles de empresas y ciudadanos alicantinos es un hecho a tenor de los datos que arroja a su cierre el ejercicio 2017. Sin embargo, la consolidación de los actuales indicadores y del crecimiento en 2018 al ritmo de los últimos años pende más de cómo se comporten determinadas macromagnitudes a escala nacional e internacional que de la propio pauta que sigan los principales motores económicos sobre los que gravita la salud de la economía provincial.

El Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (Ineca) califica de «positiva» la evolución mostrada por la economía provincial durante 2017, con un crecimiento en su conjunto en el entorno del 2,7%, aunque advierte que el afianzamiento de este incremento dependerá de factores externos como «la subida del precio del petróleo y su repercusión directa en la factura energética», que pueden restar «alguna décima» a las previsiones del crecimiento del conjunto de la economía nacional y local.

Sin embargo, para Ineca, «más preocupante» que el posible aumento del precio del crudo «es la repercusión» que puedan tener los acontecimientos que se sucedan en Cataluña los próximos meses y la «posible pérdida de confianza e inversión» derivada de la incertidumbre que genera en los mercados el mapa político surgido tras las últimas elecciones autonómicas, en las que el bloque nacionalista ha vuelto a obtener mayoría en el Parlament.

La fuga de empresas vivida en Cataluña los últimos meses a causa del proceso independentista impulsado por el extinto Junts pel Sí y la CUP podría reproducirse en caso de que el futuro Govern salido de las urnas mantenga su pulso al Estado y sostenga su intención de declarar la independencia de Cataluña de forma unilateral. «La única sombra que se cierne sobre nuestra economía es el factor de inestabilidad que genera la política en Cataluña, que nos ha llevado a rebajar la previsión de crecimiento para 2018», aseguró el viernes al respecto en clave nacional el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Más allá de las fronteras nacionales, el Brexit asoma para Ineca como otro factor de incertidumbre, «aunque parece que las conversaciones entre Reino Unido y la Unión Europea van en una dirección esperanzadora». Aún así, la incidencia que pueda tener el Brexit en el futuro inmediato de la economía alicantina no es baladí, toda vez que «la relación de la provincia con el Reino Unido es central, puesto que afecta a sectores básicos de nuestra estructura económica como el turismo, la segunda residencia, el calzado y productos agropecuarios».

Pendientes del cielo

Otro factor de «extrema preocupación» para Ineca «es el estructural déficit hídrico que padece nuestra provincia, que se ha visto agravado por la prolongación de la sequía durante todo 2017 y la no llegada de caudales procedentes del trasvase Tajo-Segura desde mayo». Así, para la plataforma se antoja clave «encontrar soluciones que favorezcan la llegada de caudales extraordinarios que ayuden a paliar esta situación», que afecta directamente a sectores tan importantes como la agricultura.