Los recursos jurídicos que ya han interpuesto contra el decreto de plurilingüismo de Marzà los sindicatos docentes de CSI.F y USO, así como los anunciados por las confederaciones autonómicas de padres de centros tanto públicos como concertados, y por el PP en la oposición política, no le preocupan ni un ápice al conseller de Educación.

«Es un decreto muy participado en su elaboración y que cumple con toda la legislación. Es un buen decreto fundamentado en la ley, y si alguno opta por denunciarlo, que diga claramente y sin subterfugios su intención de paralizar la mejora que supone en el aprendizaje de lenguas para los alumnos», subraya el máximo titular de Educación.

Asevera el conseller que la normativa sobre la que cada consejo escolar tiene que decidir antes del 15 de marzo el nivel lingüístico que quiere para sus alumnos los próximos años, «ha pasado por todos los procesos legales en su elaboración, tanto por el Consejo Jurírico Consultivo como por la Abogacía de la Generalitat y la Academia de la Lengua".

Ha cumplido todos los trámites de audiencia -insiste Marzà-, e incluso por los que no son necesarios en todas las comunidades».

Avanzar

El conseller sale al paso de las duras críticas que levanta el plurilingüismo, especialmente entre la zonas castellano-hablantes.

«El castellano está garantizado con el decreto, y si no quieren mover ni una coma de como están ahora, no se obliga a nadie. Lo que decimos es que, como atestiguan los expertos universitarios, si quieren la mejor manera de aprender las tres lenguas, castellano, valenciano e inglés, se facilitará que opten por los niveles avanzados", sostiene.

Marzà concluye que «los seis niveles van avanzando en el dominio de las tres lenguas», y que "no se discrimina a nadie. Lo que decimos es que hay que avanzar».