Lastrados por las deudas. Los ayuntamientos de la provincia están pagando ahora las facilidades que encontraban cada vez que tocaban a la puerta de bancos y cajas. Algunas entidades locales de la provincia, como Elche, se están viendo obligadas a destinar casi una quinta parte de todos sus gastos anuales a hacer frente a amortizaciones de deuda y pago de intereses. Así se refleja en los datos que acaba de publicar el Ministerio de Hacienda. El departamento que dirige Cristóbal Montoro ha aireado por primera vez el coste efectivo de los servicios de todas las administraciones locales españolas. Y en la provincia de Alicante, las cifras son especialmente llamativas, con 231 millones.
En Elche, por ejemplo, el equipo de gobierno de Mercedes Alonso destinó el pasado año un total de 36,6 millones de euros para reducir su endeudamiento y hacer frente a sus gastos financieros. La cifra no es baladí, dado que representa el 18,5% del total de obligaciones reconocidas a lo largo del ejercicio. De acuerdo con los datos de la liquidación del Presupuesto de 2013, la ciudad ilicitana abonó ese año un total de 197,4 millones de euros entre todas las áreas. Y de ahí, los 36,6 millones en concepto de «deuda pública». El problema no es nuevo. Cuando Mercedes Alonso tomó el timón del Ayuntamiento en 2011 se encontró unas arcas endeudadas y un margen de maniobra más bien escaso. En 2012, el primer año completo de su mandato, el equipo de gobierno finiquitó el ejercicio abonando ya 28,2 millones en concepto de deuda e intereses.
Los últimos datos disponibles, correspondientes a 2013, consolidan a Elche como la entidad local alicantina que más dinero destinó para amortizar préstamos y gastos financieros. Ni tan siquiera la Diputación, que precisamente se ha caracterizado en los últimos años por acelerar al máximo la rebaja de su endeudamiento, se acerca al guarismo ilicitano. La cifra de la institución fue de 24,05 millones. En el Palacio Provincial se dio un caso similar al del municipio de Mercedes Alonso, aunque con ciertas salvedades. Cuando Luisa Pastor tomó la vara de mando, la deuda viva ascendía a la friolera de 200,72 millones de euros (cierre de 2011) y el Palacio Provincial se endeudaba en más de 14 millones anuales. Pero en 2012, el primer año completo de la presidenta, se dejó de recurrir a créditos y se empezó a amortizar deuda por adelantado. Tanto con las entidades financieras, como con el Estado. Esa situación se ha prorrogado en el tiempo. Ni en 2013, ni en 2014 se han concertado nuevas operaciones financieras y, además, en 2015 tampoco se hará, tal y como ensalzó esta pasada semana la propia Pastor cuando presentó el proyecto de Presupuestos para 2015.
Esa decisión, unida a las amortizaciones, provocará además que la institución provincial quede libre de cargas en 2017. De cumplirse las perspectivas del actual equipo de gobierno del PP, ese año la Diputación ya no deberá ni un euro ni a las entidades financieras ni al Estado.
Alicante, con 29,6 millones se sitúa entre Elche y la Diputación en cuanto a dinero total destinado a deuda pública. El porcentaje, no obstante, es sensiblemente inferior al de la ciudad ilicitana. De los 246,9 millones de obligaciones reconocidas netas en 2013, «solo» el 11,9% sirvió para rebajar el endeudamiento y abonar intereses.
Benidorm, con 17 millones, es la cuarta administración alicantina en volumen de gasto en deuda pública. Tanto en amortizaciones, como en gastos financieros, según Hacienda.
