«Tenemos la seguridad de que la oferta de grados y másteres se va a mantener en una perspectiva de varios años», anuncia Juan Ignacio Torregrosa, director del Campus de Alcoy de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), una situación que es consecuencia de los altos niveles de matriculación que está teniendo el centro en los últimos años y de las acreditaciones oficiales que se están consiguiendo para los programas. En un contexto de grandes restricciones presupuestarias, el rendimiento y homologación de los grados y los másteres es básico a la hora de la continuidad, señala el responsable del centro.
Torregrosa se dispone a cumplir su primer año al frente del Campus de Alcoy. Aunque su nombramiento se produjo el 15 de abril, la incorporación como director en funciones había tenido lugar el 8 de enero, ante la repentina enfermedad de Georgina Blanes, que fallecería el 27 de marzo. En este contexto, Torregrosa subraya ahora que «ha sido un año emocionalmente muy intenso, que comencé en funciones el 8 de enero», y con un mandato que continuará hasta las próximas elecciones, todavía sin convocar, pero que serán durante el año a punto de comenzar.
La UPV acaba de aprobar su presupuesto para 2016 que, en el caso del Campus de Alcoy, es «exactamente el mismo que el año pasado en lo que se refiere a gastos de mantenimiento, actividades, etc. Hay un aumento general en la UPV de 9 millones sobre 300, pero es para el pago del 50% de la extra pendiente y del aumento del 1% a los funcionarios», subraya tras la reciente validación por el consejo social.
En este contexto, el Campus está inmerso en una tarea general encaminada a lograr la acreditación de todos los títulos. «Es una ingente labor que está en marcha para los seis grados a nivel nacional, y que ya se ha conseguido para Informática y Diseño y desarrollo del Producto a nivel europeo. Esta segunda acreditación es opcional, pero consideramos que es favorable tener una evaluación exterior que nos permita sacar cuestiones que se puedan mejorar, adaptándonos a un marco de calidad». Los grados de las ingenierías Mecánica, Química y Eléctrica también seguirán este camino, mientras que ADE va por otro lado, al estar incluida en el área de Ciencias Sociales.
En 2015, «nuestro objetivo es seguir con las acreditaciones, algo en lo que no vamos a parar porque rendir cuentas de la calidad será permanente. De momento no vamos tener más títulos oficiales porque la oferta no crecerá, pero tenemos al seguridad de que nuestra oferta de seis títulos de grado, dos dobles y cuatro másteres se va a mantener en una perspectiva de varios años. Y eso cuesta por los recortes presupuestarios; de hecho, hay una larga lista de másteres cerrados en la Comunidad Valenciana por falta de alumnos y la propia UPV tiene un reglamento estricto para declararlos activos. Los cuatro nuestros gozan de «buena salud», gracias a «los elevados niveles de matriculación», recalca el director.
Una novedad que se va a experimentar en el seno del Campus en los próximos meses consistirá en un cambio de modelo de las clases. «Vamos a hacer una apuesta en 2016 y 2017 para hacer las clases más participativas, de manera que los alumnos aprendan haciendo. Es una inquietud de la UPV de saltar de la clase magistral a otra más activa, lo cual obliga a habilitar instalaciones para desarrollar iniciativas y proyectos; hay que dotarse de espacios en condiciones, algo que el rector tiene previsto implantar en Alcoy a través de una unidad piloto», afirma Torregrosa.
La medida tiene un objetivo concreto: «el rector quiere dar valor añadido al Campus, o internet se va a comer los centros tradicionales. Hacer cosas en un laboratorio diferencia sobre otros tipos de formación».
Por lo demás, el Campus de Alcoy seguirá en 2016 su estrategia de potenciación de las sedes, sobre todo las de Mutxamel y Villena, recientemente implantadas. «Queremos acercar la universidad a la gente, explicando que no somos un grupo selecto sino que queremos estar en contacto con los alumnos, sus familias y los gestores municipales. No vamos contra nadie, sino que ponemos en valor lo nuestro».
Por último, el director indica que está en marcha un plan de marketing destinado, fundamentalmente, a paliar la «pérdida de vocaciones con la ingeniería que se registra actualmente. Hay que salir a los institutos e invertir las vocaciones; que sepan lo que hacemos como Campus y ciudad, que la ingeniería tiene futuro».
