Juan Ignacio Torregrosa López es el nuevo director del Campus de Alcoy de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), tras haber sido proclamado oficialmente ayer en el transcurso de una junta de centro presidida por el rector Francisco Mora. En una emotiva sesión, se acordó también solicitar la medalla de la UPV para la fallecida directora Georgina Blanes Nadal y dedicarle el nuevo complejo del Campus, que precisamente puso en marcha en su etapa.

Desde la ausencia de Blanes, a principios de enero, Torregrosa había asumido la dirección en funciones del Campus por su condición de titular de la jefatura de estudios, puesto en el que fue corroborrado tras el fallecimiento. Ayer, se procedió al relevo oficial en una junta de centro matutina que presidió el rector. De esta forma, Torregrosa se convierte en el nuevo director hasta el final del ciclo actual, que se prolongará hasta el año que viene.

La sesión se inició con la lectura del informe sobre la situación jurídica del Campus, por parte del secretario general de la UPV, Vicent Castellano i Cervera. De esta forma, se validaba la incorporación del nuevo director, a la vez que se configuraban dos cambios en el equipo directivo.

De esta forma, Begoña Cantó, que hasta el momento desempeñaba las funciones de subdirectora de Formación Permanente, pasa a ocupar la jefatura de estudios, mientras que Jaime Masiá se hace cargo de las atribuciones de la anterior. Con esta remodelación, se completa la función del equipo directivo que en principio continuará trabajando hasta las próximas elecciones, en una fecha no concretada, pero posiblemente en otoño del próximo año.

La junta de centro tuvo una segunda parte más emotiva si cabe, en el transcurso de la cual se acordó por unanimidad solicitar para Georgina Blanes la concesión a título póstumo de la medalla de la UPV. Asimismo, se ha planteado que el nuevo complejo del Campus que incluye el pabellón deportivo lleve el nombre de la fallecida directora.

Ambas propuestas han sido lanzadas al rector, que ahora deberá refrendarlas en el seno del consejo de gobierno de la UPV. Las medidas fueron cursadas en presencia de su viudo Rafael Sebastiá y de su hija Georgina Blanes, según explicaron fuentes del centro.

Hay que significar que Blanes tuvo que batallar de forma ardua para conseguir la finalización de las obras del complejo, que a su llegada en 2012 estaban en marcha pero carecían de dotación económica complementaria, al estar las universidades también afectadas por la crisis.

Al final, consiguió su conclusión y el pasado año pudo ponerse en marcha el recinto, que desde entonces está operativo. Todo apunta a que tras la próxima sesión del consejo de gobierno de la UPV, este complejo llevará su nombre a modo de homenaje.