En el plan parcial de La Coronelita está todo preparado desde hace meses para abrir viales y que algunos residentes que han comprado sus casas puedan ocuparlas. Y para que el Ayuntamiento recepcione formalmente la urbanización y se ocupe de ofrecer los servicios básicos. El residencial ocupa casi 300.000 m2 y tiene capacidad para albergar 1.200 viviendas. Alumbrado, asfaltado, accesibilidad, red de saneamiento, abastecimiento de agua, aceras, contenedores subterráneos, viales, parcelas urbanizadas e incluso un sistema de recogida de agua de lluvias con una pequeña balsa de laminación... Todo está preparado pero falta una firma del ingeniero adscrito al área de Parques y Jardines que dé el visto bueno a las zonas verdes. El técnico, que ya había comprobado sobre el terreno de forma exhaustiva la ejecución de esas dotaciones públicas, según fuentes cercanas al proyecto de urbanización, decidió agotar de sus días de vacaciones antes de final de año.

En la misma situación vacacional se encuentran otros funcionarios con derecho a disfrutar de días de libranza por sobreesfuerzos horarios que no se compensan con horas extra y que pierden si no se disfrutan ya. Algo que afecta todos los finales de año a varios departamentos municipales, ya mermados por la falta de personal.

Además de impedir el paso de vehículos a compradores que ya han adquirido las casas, el retraso también afecta al tráfico. Al que podrá desviar el principal vial de La Coronelita hacia las urbanizaciones del sur de Torrevieja y norte del litoral de Orihuela, para intentar descargar, en algo, la saturación de tráfico en la CV-95 entre la rotonda de la autopista, Los Balcones y el Hospital Universitario de Torrevieja, en especial durante los meses de verano. La Coronelita es el último plan parcial aprobado a golpe de reclasificación de suelo no contemplada en el PGOU antes de la crisis, en el año 2006, junto a otros desarrollos como Villa Amalia. La polémica por el supuesto «pelotazo» urbanístico que validó la aprobación de este sector durante el mandato del alcalde Pedro Hernández Mateo a favor de Edén del Mar, que derivó en la cesión de la condición de urbanizador a otras empresas; y sobre todo, la crisis, paralizó el desarrollo del plan durante años. Pero los trabajos de urbanización regresaron con fuerza y varias parcelas ya cuentan con viviendas. También se está levantado una de las tres zonas comerciales previstas en el planeamiento.

La recepción al completo de este plan urbanístico será un pequeño hito en la historia de la tramitación urbanística de Torrevieja -si finalmente se produce-. Durante las últimas tres décadas de crecimiento urbanístico acelerado con vivienda turística el municipio ha recepcionado la mayor parte de las urbanizaciones, con muy contadas excepciones, de forma tácita, no formal. Es decir, no con un procedimiento reglado en el que los técnicos comprobaran si lo ejecutado se correspondía con el proyecto aprobado para luego exigir al urbanizador reparar posibles deficiencias. Como los promotores vendían las viviendas y estaban presionados por lo plazos de entrega las casas se ocupaban, los viales se abrían y las zonas verdes, dotación de servicio de limpieza y alumbrado, también. Eso implicaba que el Ayuntamiento había aceptado de forma implícita esa recepción.

Tácita

Algo que genera constantes problemas ahora con residenciales en las que los parques no son mantenidos por el Ayuntamiento y están inacabados, ni tampoco la administración local responde, en algunos casos, por problemas en servicios básico, en especial el alumbrado, entre otros. Aunque en buena parte de esas situaciones el Ayuntamiento se niega desde hace décadas a devolver las fianzas exigidas a las empresas para responder por esas irregularidades, en otras sí las ha devuelto sin reclamar que ese dinero se empleara en ese objetivo. Durante este mandato, el área de Urbanismo ha logrado recepcionar de forma parcial el plan Villa Amalia -la parcelas sin urbanizar, además, han sido valladas por la propiedad: otra iniciativa poco habitual.