El Ayuntamiento de Torrevieja se ha convertido en una olla a presión por el impago de la nómina de agosto a los más de 700 funcionarios y empleados municipales. Cientos de ellos se volvieron a concentrar ayer a las puertas del consistorio para reclamar una solución que, según anunció el alcalde, José Manuel Dolón, podría llegar en las próximas horas. Se trata de tramitar las nóminass: uno con el salario base y otro que incluya solo el concepto de productividad. De esa forma, si Intervención sigue bloqueando el pago de productividades, se podría abonar al menos el grueso del sueldo.

La propuesta fue elevada ayer por el departamento de Tesorería a la Alcaldía, que dio el visto bueno y de inmediato ordenó el trámite. El regidor convocó enseguida a los representantes de los funcionarios y les explicó cómo se realizará el proceso a través de esos dos expedientes. En el primero de ellos se tendrán que incluir «aquellos conceptos retributivos y resoluciones y actos que no han sido objeto de reparo en el presente expediente de nómina y las ayudas familiares que han sido informadas por el Departamento de Personal en su informe de 30 de agosto de 2018, planteando la discrepancia al reparo suspensivo. En el segundo expediente se incluirá tan sólo el concepto de productividad».

Ahora será el departamento de Intervención el que dictamine si se pueden pagar las dos nóminas a cada uno de los trabajadores, si se puede abonar todo menos la productividad, o si se mantiene el reparo suspensivo que impide abonar los sueldos en su totalidad. El alcalde cruzaba ayer los dedos para poder pagar el grueso del sueldo cuanto antes y sofocar los ánimos de todos los afectados, entre los que se incluyen los concejales de la corporación.

Esta situación se ha originado debido a que el viceinterventor del Ayuntamiento considera ilegal el cobro sistemático de la productividad incluida en esas nóminas desde hace décadas. Se trata de un complemento salarial de unos 200 euros que se cobra de forma indiscriminada sin estar ligado a ningún objetivo, precisamente, de productividad; un montante mensual que aumenta en función del rango del funcionario.

El alcalde dijo ayer que espera que la respuesta llegue «lo más rápido posible» debido a que el descontento generalizado que existe entre la plantilla mantiene bloqueado el Ayuntamiento desde el 30 de agosto, cuando se debería haber cobrado la nómina. «Nuestra voluntad siempre ha sido pagar», enfatizó el regidor, que aseguró que se ha llegado a esta situación «por fuerza mayor, porque la ley es así». En caso de que se mantenga bloqueado el pago de nóminas, o se rechacen las polémicas productividades, el gobierno local estudiará recurrir a la Intervención General de la Generalitat para buscar soluciones. Todo apunta a que hoy habrá novedades.