El presidente de la Junta Mayor de Cofradías de Torrevieja, Jesús Sánchez Seva, ha informado hoy que la mala situación en la que se encuentra la calzada alrededor de la plaza de Oriente ha obligado a la entidad organizadora de los desfiles de Semana Santa a suprimir el paso de la Solemne y Magna procesión del Santo Entierro de Cristo del Viernes Santo por este punto.

Jesús Sánchez ha lamentado profundamente tener que tomar esta difícil decisión, máxime por la "significatividad" que tiene el paso del cortejo ante la Iglesia Parroquial del Sagrado Corazón y ha recordado que en enero ya se solicitó al Ayuntamiento la reparación del pavimento.

De hecho, el edil de Infraestructuras y Servicios, Domingo Soler, anunció el compromiso municipal de repararlo en una rueda de prensa que ofreció el día 25 del citado mes. "Hemos esperado hasta el final con la confianza de que se cumpliera con la reparación pero en las fechas en las que estamos -ha dicho el presidente de la JMC- no podemos arriesgarnos a poner en peligro a las miles de personas que tomarán parte en esta procesión, ni al patrimonio artístico que portamos".

Hay que pensar, por ejemplo, que salen a la calle cientos de costaleros, algunos portado el paso por su interior, y muchas personas que realizan la estación de penitencia descalzas, y en cualquier caso, una mala situación de la calzada es un problema no sólo para las procesiones, "sino para la actividad normal de la ciudad".

Estos problemas se constataron ya en las procesiones del Domingo de Ramos y de cara a la del viernes podrían multiplicarse, sobre todo por que serían 18 los pasos que deberían hacer el recorrido.

El nuevo itinerario discurrirá por Caballero de Rodas, Patricio Pérez, Ramón Gallud, calle del Mar y de nuevo Caballero de Rodas hasta el Templo.

Problemas desde la inauguración

El estado del pavimento se deriva de las deficiencias en la ejecución de las obras de la nueva iglesia, la plaza, el aparcamiento subterráneo con 500 -esa fue el principal objetivo de la concesión- y todo su entorno en 2009 por parte de la adjudicataria. El equipo de gobierno que impulsó el proyecto recepcionó la obra sin reclamar la reparación de las deficiencias, y después, tampoco logró quedarse con el aval 454.000 euros para poder sufragar las reparaciones. De hecho, la empresa pudo retirar ese aval tras reclamarlo en el juzgado en 2014.