El mismo alcalde que dio su visto bueno al inicio del proyecto de construcción de una planta de transferencia de basuras en el polígono industrial Casagrande, de Torrevieja, quiere abanderar el movimiento para evitarlo. Esa persona es Eduardo Dolón (Partido Popular). Ayer, quien es su sucesor desde el 13 de junio, José Manuel Dolón (Los Verdes), sacó toda la artillería para, documentos en mano, demostrar que quien creó el problema no puede ser su salvador. El regidor lo hizo muy enfadado, y no sólo con su antecesor, sino con los periodistas por no interpretarlo todo como él: «Él (Eduardo Dolón) ha dicho que se ha manipulado y me quedo "pasmao" de cómo escribís las cosas, con esa clarividencia y naturalidad por esa persona y que nadie tenga memoria (...) Estoy avergonzado de cómo se transmiten las cosas».

El alcalde cogió el expediente y señaló con su índice las tres firmas que han dado luz verde al proyecto: el 23 de diciembre de 2013, el 24 de octubre de 2014 y el 19 de febrero de 2015. Todas, de Eduardo Dolón; y con ellas, según el regidor, la empresa salvaba la principal traba urbanística que podía ponerle el Ayuntamiento: la compatibilidad urbanística. Es decir, el polígono, a juicio del municipio, tenía capacidad para albergar una instalación de basuras dentro de una nave acondicionada. Parte del enfado de José Manuel Dolón se entiende porque por su despacho han desfilado desde la Asociación de Empresarios del Polígono Casagrande hasta representantes del colegio Habaneras, que ha votado no por situarse a cien metros de sus instalaciones y a todos ha tenido que decirle que él no puede conculcar la legalidad. Ante ello no le queda más que animarlos a que se personen en el procedimiento -junto a la asociación de comerciantes o vecinos de las urbanizaciones, también- a fin de intentar frenarlo.

Culpable

El regidor reniega de que lo señalen como culpable cuando él lo destapó el 6 de octubre y abrió una caja de los truenos que, consecuentemente, cayó sobre el Ayuntamiento que dirige. «Nadie lo sabía antes de hacerlo yo público. Yo tampoco. Y es lo que entendía que tenía que hacer».

José Manuel Dolón agotó algunos adjetivos contra Eduardo Dolón, a veces sin citarlo y recordó que nadie se embarca en un proyecto antes de saber si el Ayuntamiento le va a dar el visto bueno. Así que el hecho de que un exasesor y un exconcejal del PP acudieran a la reunión junto a los empresarios para saber de él le sonó a tomadura de pelo. «Nadie da un paso de estas características sin hablar antes. El 23 de diciembre de 2013 los interesados pidieron la cédula urbanística de compatibilidad para nave cerrada en esa ubicación. La empresa vino a hablar con los responsables políticos. Sé que lo hicieron». El regidor explicó los pasos que llevó el expediente y el conocimiento que tuvo el entonces alcalde con su firma y dijo: «Antes de irse a cobrar 75.000 euros a la Diputación, y cobrando aquí 66.000 euros, lo firma. Era el 20 de marzo de 2014 (...) Otro documento, de 24 de octubre, demuestra que había una fluida comunicación. El entonces alcalde firma otro documento de compatibilidad el 18 de diciembre (de 2014) y estos señores vuelven a interesarse y el 19 de febrero de 2015 el entonces alcalde firma el certificado definitivo de compatibilidad. Sabiendo el señor alcalde que era un tema polémico y discutible no dijo ni media». El alcalde aseguró que podía haberse solicitando una declaración de interés comunitario, pero no se hizo.

José Manuel Dolón tildó de «fantasmada» el encuentro entre el PP y los empresarios del polígono en el cual los primeros les mostraron su apoyo contra el proyecto. «La reunión fue una vergüenza. Supera todos los niveles de decencia, cinismo. La gente que está en política para chupar del bote no puede decir otra cosa. El expediente esta aquí y se va a seguir tramitando, se podían haber puesto inconvenientes en su momento». El alcalde dijo que «va a hacer un año (en febrero) que el PP le dio luz verde a esa industria porque uno de los tramites más importantes es el de compatibilidad. Si le hubieran puesto pegas no estaríamos en este momento. La gente no compra si no tiene garantías y viene a hablar con el alcalde y el concejal de turno. Es una payasada, una falsedad. Todo en política no se vale. Pero esa sinvergonzonería me parece excesivo. ¿Vas a comprar algo si no tiene garantías? -se preguntó refiriéndose a los terrenos-. Lo saben hasta las ratas. Nadie se mete a un tinglado así. Los que estaban, lo sabían». Y, sobre la gestión en este asunto del PP concluyó con esta sentencia: «Estos señores han estado callados durante 23 meses como una rata de cloaca y ahora, ¿somos los responsables nosotros? Perdón a las ratas. Hay una implicación con la mercantil para hacer esa actuación».

Idoneidad

El alcalde evitó decir que lo parará aunque no le gusta. «Al trámite más importante, la idoneidad del suelo, le han dicho que sí. El Ayuntamiento va a hacer lo que pueda, pero el gran salto ya se dio. A mí no me van a meter en la cárcel, los actos de licencia son reglados. Nosotros tenemos otra sensibilidad y lo importante es la legalidad. Es el primer principio que tenemos que respetar. Hay cosas que se escapan porque no llegas. Podían haber utilizado los recursos, Conselleria, pero se ha dicho que la parcela está libre para utilizarla para esa actuación, y eso no lo ha dicho este equipo de gobierno».