La niña de 3 años de edad que perdió a su madre, Yolanda Aniorte, el pasado 4 de agosto a manos de su pareja en un caso de malos tratos en Orihuela deberá regresar con la abuela, Maruja Cuenca, según una resolución hecha pública esta semana por el juzgado de Primera Instancia de Alicante y que viene a revocar la decisión adoptada por la Conselleria de Bienestar Social y atendiendo con ello al recurso presentado por los letrados de ésta.
El 3 de diciembre pasado se decidió por la administración valenciana, con base en los informes, que el acogimiento de la pequeña debía quedar en manos de la tía paterna, a la sazón hermana del asesino confeso, quien reside en la localidad de Beniel (Murcia). La decisión fue sorprendente porque la pequeña se estaba criando y acudiendo a un colegio junto a su hermano de diez años en Orihuela, fruto de una relación anterior de su madre. Ambos pequeños pasaban el día juntos en casa de la abuela. A pesar de todo ello, dos técnicos de Bienestar Social se la llevaron ese mismo día del centro educativo oriolano después de permitir que nieta y abuela se despidieran; pero ahora también tienen que devolverla con ella, algo que ya se le ha notificado a la propia Conselleria de Bienestar Social y que no ha podido cumplir.
Como ya publicó INFORMACIÓN, los letrados de la mujer consideraban que la resolución de la Conselleria de Bienestar Social tenía cuestiones tanto de forma como de fondo para recurrirse ante los tribunales ordinarios, que es lo que han hecho, obteniendo una resolución con gran rapidez y ante el juzgado que a la sazón tiene que decidir sobre la tutela final de la pequeña.
Entre los argumentos que han esgrimido los letrados de la abuela se encuentra que el informe hecho por los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Orihuela era muy deficiente y no aportaba datos para una correcta valoración; de hecho, ni siquiera existía documentación escolar, pese a que la pequeña había ingresado este mismo curso al colegio en el que la había matriculado su madre el pasado mes de mayo. Además, los letrados recordaban que el padre de la pequeña perderá la patria potestad cuando sea condenado y la tía, a quien se ha entregado la niña, dejará de ser su familia con lo cual se podrían encontrar ante un caso de adopción. A los letrados también les pareció sorprendente que, desde prisión, el padre pidiera que se le entregara a su hermana.
La ejecución de la decisión judicial, en forma de auto y que es cautelar pero de obligado cumplimiento, tiene que llevarse a efecto esta misma semana, aunque la festividad de Navidad haya provocado algunos problemas que impiden que niña y abuela se hayan encontrado.
Ni Maruja ni sus abogados quisieron ayer realizar declaraciones hasta que todo este asunto se aclare. La tía, según pudo saber este diario, ya ha recibido la notificación para entregar a la pequeña.
Hoy está previsto por la familia que se solicite la ejecución del auto a través del juzgado y al no haber podido cumplirse por Conselleria. Se da la circunstancia de que la abuela no ha visto desde el 3 de diciembre a la niña y se le ha puesto un régimen de visitas que permite que se encuentren juntas dos horas cada quince días, las mismas que puede ver a su hermano, aunque a estas no podría acudir la abuela que, curiosamente, tendría que ser quien lo llevara hasta Beniel.
