El turismo de sol y playa de Orihuela Costa, contra el turismo cultural y de gran valor patrimonial en la ciudad. Dos grandes atractivos a la hora de atraer visitantes a la ciudad que, sin embargo, no terminan de compenetrarse entre sí, tal y como muestra las estadísticas que manejan desde la concejalía de Turismo de Orihuela, de las que se deducen que la mitad de turistas extranjeros que acuden a las Oficinas de Turismo de Orihuela Costa desconocen la gran variedad de museos, monumentos y construcciones que pueden visitar a escasos kilómetros de las playas, un centro histórico que cuenta con monumentos como el edificio que alberga el Colegio Santo Domingo, La Casa de Miguel Hernández, el Palacio Episcopal, que aloja el Museo de Arte Sacro, la Catedral de Orihuela o el Museo de la Muralla que se extiende en el subsuelo del campus de Salesas de la Universidad Miguel Hernández.
Estas son las cinco grandes visitas obligadas para todo turista que acuda por primera vez a Orihuela, y para los propios oriolanos, ya que según afirman desde uno de los puntos de información turística «Orihuela es la gran desconocida, para los de fuera porque no saben que existe, y para los de aquí porque no son conscientes de la riqueza monumental de la ciudad y no la han visitado nunca».
Por lo que más preguntan los turistas que acuden a la ciudad es por la Casa-Museo de Miguel Hernández, lugar que vio crecer al poeta y cuyas puertas están abiertas a las decenas de turistas que la visitan cada día. La famosa higuera que recoge el poeta en sus textos es el gran atractivo de esta construcción, situada junto al colegio Santo Domingo, que tiene su origen en la ermita de Nuestra Señora del Socorro a donde se trasladaron los dominicos en 1510, está declarado como Monumento Nacional.
El otro gran desconocido a pesar de su gran atractivo, según señalan desde Turismo, es el Museo de la Muralla. En él, los visitantes pueden contemplar en el sótano del edificio Casa del Paso del campus universitario, y data de la época almohade (mitad del siglo XII hasta mediados del siglo XIII). Discurre a lo largo del sótano de extremo a extremo en sentido longitudinal, mostrando baños árabes, viviendas islámicas de la época o el único edificio gótico civil conservado en la ciudad, se trata del palacio del Infante Fernando de Aragón, Señor de Orihuela en la segunda mitad del siglo XIV.
La propia edil de Cultura y Turismo, Rosa Martínez, reconoció que la falta de señalización y visibilidad para dar a conocer estas construcciones, dificulta la entrada de turistas, por lo que «estamos trabajando para conseguir una partida presupuestaria que nos permita instalar la cartelería y las señalizaciones necesarias para dar mayor relevancia a este espacio único».
Y es que el objetivo de la concejalía es fomentar este turismo cultural, que según las estadísticas supone el principal motivo de visita a la oficinas de turismo del centro de la ciudad, donde el 34% de los asistentes acudieron para conocer esta oferta patrimonial. En la costa, los datos difieren, aunque sorprende que el porcentaje de turistas que acuden a Orihuela Costa por motivos culturales sea el mismo que acude por sus playas, un 25%.
Espacios religiosos
En cuanto a espacios religiosos, destaca la archiconocida parroquia de las santas Justa y Rufina que data de los siglos XIV y XV, frente al Palacio del Marqués de Arneva, sede consistorial. Otro icono no puede faltan en la hoja de ruta de todo turista en la ciudad es la Catedral del Salvador y Santa María de Orihuela, también declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento Nacional desde 1931. Justo enfrente, se encuentra el Palacio Episcopal que alberga el Museo de Arte Sacro de Orihuela, que alberga obras de un gran valor histórico, artístico y cultural, ya que cuenta en su catálogo con escultura románica, gótica, renacentista y barroca y de obras de Paolo de San Leocadio, Velázquez, o, Vicente López.
El Palmeral oriolano, un espacio único junto con el palmeral ilicitano, así como los murales se San Isidro u otras construcciones como el seminario Diocesano de San Miguel, la Torre Vigía de Cabo Roig en la costa, también declara BIC, forman parte de un valioso patrimonio artístico y cultural que, lamentablemente, sigue siendo un gran desconocido para muchos.
