El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Orihuela (PSOE y Los Verdes) descartó ayer tomar medida alguna para compensar el incremento de los recibos del IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) que se girarán en 2015 tras la decisión del Gobierno de incrementar un 10% el valor catastral de todos los inmuebles del municipio y teniendo en cuenta como base para ello el que no se ha solicitado una revisión desde 1994; es decir, desde hace exactamente 20 años.
Que un Ayuntamiento no quiera aumentar la presión fiscal a sus vecinos no quiere decir que el Gobierno no pueda hacerlo aprovechando que la cantidad final que se paga por el IBI se fija a través de dos porcentajes variables: uno que fija el Estado y otro el propio municipio. Para el caso, el Ayuntamiento de Orihuela podría reducir el tipo impositivo que se aplica (reduciendo sus ingresos), algo que no va a hacer, ni tan siquiera plantear al pleno de la ciudad, que es en último término el que tendría que decirlo; de hecho, el equipo de gobierno era consciente tanto de esta subida como del hecho de que no la compensaría.
La propia concejala de Hacienda, Carolina Gracia (PSOE) admitió que desde el punto de vista electoral y con las elecciones municipales a la vuelta de la esquina, quizá habría sido una medida oportunista, «aunque aquí estamos para resolver los problemas por la falta de ingresos y las deudas», recalcó una vez más, al tiempo que recordó que, además, hay una cifra de recibos del IBI impagados desde hace años que, en muchos casos, han prescrito y reiteró que el objetivo del equipo de gobierno es que paguen todos los vecinos para lo cual siguen trabajando en la localización de cientos de viviendas (el edil de Urbanismo las cifró en 12.000) que no están dadas de alta a día de hoy.
