La Conselleria de Medio Ambiente ha tumbado el proyecto inicial presentado por NCAST, la empresa que explota las Salinas de Torrevieja, para ofertar visitas turísticas con el objetivo de dar a conocer el proceso de extracción de la sal por no ajustarse a la legislación actual, que es especialmente sensible al tratarse en parte de un espacio protegido. Fuentes municipales explicaron ayer que este área de la Generalitat ha exigido introducir modificaciones en el plan inicial presentado por la mercantil a través del Ayuntamiento para dar el visto bueno a esta propuesta, que permitiría adentrarse en las entrañas de una industria que despierta la curiosidad de residentes y turistas porque genera esas enormes montañas de sal que forman parte del decorado de la ciudad. No obstante, la nueva propuesta se volverá a presentar en pocas semanas.
El concejal de Medio Ambiente, Francisco Moreno, explicó ayer que el proyecto se tiene que ajustar al Plan de Uso y Gestión del Parque Natural de las Lagunas de La Mata-Torrevieja y al Plan de Ordenación de Recursos Naturales, dos normativas autonómicas que exigen que la actividad no cause perjuicios al hábitat de este entorno y que a su vez permita continuar con la actividad salinera. El edil dijo que desde Medio Ambiente han indicado que se tienen que introducir algunas «modificaciones» y señaló que a lo largo de este mes o como mucho en octubre se volverá a presentar el proyecto corregido para que sea de nuevo evaluado. Apuntó que el objetivo del Ayuntamiento es conceder la licencia que permita iniciar esta actividad tan pronto como la Generalitat Valenciana dé luz verde a los itinerarios turísticos.
Conservación
El edil de Turismo de Torrevieja, Luis María Pizana, apuntó por su parte que «hace seis o siete meses surgieron problemas en los trámites medioambientales» y dijo que están «en proceso de resolverlos, porque el objetivo no es solo posibilitar una visita turística de calidad sino también conservar un espacio natural protegido». El concejal recordó que la intención de la administración local era que este recurso turístico se hubiera puesto en marcha este mismo verano, pero finalmente se retrasará al no contar con el visto bueno inicial de Medio Ambiente. Pizana valoró que la tramitación de los permisos es un proceso «largo y difícil» al tratarse de un espacio protegido en el que existe una actividad industrial, aunque señaló que el Ayuntamiento continúa colaborando con la mercantil par conseguir su puesta en marcha porque «es un proyecto que beneficiaría a toda la ciudad».
La empresa que explota las instalaciones salineras desde 2012, Nueva Compañía Arrendataria de las Salinas de Torrevieja (NCAST), tiene derecho por contrato a poner en marcha también la entrada regulada de personas al perímetro donde se realiza la actividad, tanto a la instalaciones de la empresa como a la laguna para dar conocer el proceso de extracción de la sal. La mercantil se hará cargo del Centro de Interpretación de la Industria Salinera «Laguna Rosa», arrendado al Ayuntamiento, y abrirá una tienda de souvenirs.
