Investigadores de Botánica y Conservación Vegetal de la Universidad de Alicante (UA) han descubierto una nueva planta carnívora en la Comunidad. Se denomina Pinguicula saetabensis y pertene a una especie inédita hasta ahora y endémica.

La planta ha sido localizada en la zona de Enguera y Moixent, en la provincia de Valencia.

Su hallazgo permite reconsiderar el tratamiento de las poblaciones valencianas de Pinguicula saetabensis, "que ahora pasan a estar en peligro de extinción y para las que habrá que tomar urgentes medidas de conservación por parte de las distintas administraciones", como destacan desde el grupo de investigación de la UA.

Estas especies crecen en ambientes de gran fragilidad ambiental, como son las tobas calcáreas, y "funcionan como indicadoras de la calidad ambiental de los ecosistemas", explican los científicos.

A su juicio, "el descubrimiento de una nueva especie es un hito de gran trascendencia no solo científica, sino también social".

Es una planta típica de abrigos, taludes y paredes rocosas de naturaleza calcárea, donde hay grietas por las que rezuma agua y en las que se deposita carbonato cálcico (tobas).

"Solo se conocen unos pocos barrancos umbrosos de los alrededores de Enguera y Moixent, en el centro sur de la provincia de Valencia, donde resulta una especie endémica muy localizada", han dicho los profesores de la UA y autores del hallazgo, Manuel Crespo, Mario Martínez-Azorín y María Ángeles Alonso.

El nombre Pinguicula saetabensis hace referencia a la antigua Saetabis Augusta de los romanos, actualmente Xàtiva, próxima a la zona donde crece la planta, según estos investigadores.

"Caprichosa"

Alonso destaca que este descubrimiento tiene importancia en cuanto a la conservación de la botánica en la Comunidad y califica la planta como "muy caprichosa".

Se trata de una especie carnívora muy delicada, cuyas hojas se disponen todas en la base y están recubiertas de unas glándulas sobre las que se pegan pequeños insectos.

Sus flores, de color azulado, presentan dos labios y un largo espolón, mientras que los frutos son pequeños, casi esféricos, y liberan numerosas semillas de reducido tamaño y superficie reticulada.

Según los expertos, esta planta fue hallada a principios del año 2000, aunque había sido confundida con algunos congéneres de las sierras Béticas y Subéticas de Andalucía y Castilla-La Mancha.

Sin embargo, los trabajos morfológicos y filogenéticos desarrollados en los últimos años por este grupo de investigación de la UA, coordinado por el catedrático de Botánica Manuel B. Crespo, han permitido demostrar que pertenece a una especie hasta ahora inédita.

"En concreto, comparte algunos rasgos morfológicos y un hábitat similar a algunas poblaciones que crecen en el Nacimiento del Río Mundo (Albacete), pero la planta valenciana queda bien delimitada por algunos caracteres florales y reproductivos exclusivos", aseguran los investigadores de la UA.

El resultado ha sido recientemente publicado en Plant Biosystems, prestigiosa revista científica y de gran impacto del área de la botánica.

El hallazgo tiene un gran interés científico ya que para la descripción de esta nueva especie se han combinado técnicas de estudios morfológicos clásicos con modernos métodos de secuenciación de ADN y establecimiento de relaciones evolutivas.

Además, según los científicos de la UA, se resuelven definitivamente unas incógnitas que se habían planteado en las últimas décadas sobre la diversidad del género Pinguicula (plantas pequeñas y herbáceas, arrosetadas, de pocos centímetros de diámetro, conocidas popularmente como 'grasillas' o 'tirañas') en los territorios mediterráneos ibéricos.

Los estudios realizados desde el Grupo de Investigación Botánica y Conservación Vegetal de la UA, que han dado lugar al descubrimiento de la nueva especie Pinguicula saetabensis, redundan en un mejor conocimiento de la biodiversidad y en los beneficios directos e indirectos que supone su conservación.