Agentes del grupo de Homicidios de la Policía Nacional de València investigan el asesinato en Xàtiva de una mujer de 36 años, Isabell Elena Raducanu, el segundo feminicidio que se produce en València en el plazo de poco más de 24 horas, tras el crimen machista de Alboraia en el que la joven de 29 años Beatriz Arroyo fue asfixiada por su pareja tras anunciarle la ruptura de la relación. De momento, en el caso de Xàtiva, la Policía Nacional mantiene abiertas todas las hipótesis. La víctima, que fue brutalmente degollada, estaba embarazada de seis meses y la niña que esperaba no ha podido ser salvada. Isabell subió a su perfil de Facebook hace apenas dos meses la imagen de la ecografía de su hija.

El asesinato de Isabell Elena fue descubierto por su pareja, Juan Vicente, de 32 años, a las 16.10 horas de ayer. Según su testimonio, fue al llegar a casa después del trabajo cuando se topó con el escenario, en la vivienda que compartían, en el primer piso del número 3 de la calle Francisco Gozalbes de Xàtiva.

Según la información a la que ha tenido acceso este diario, el hombre llamó al 112 y relató lo sucedido. En pocos minutos llegaron las primeras patrullas de la Policía Local de Xàtiva y de la comisaría local de Policía Nacional. Agentes de este último cuerpo pidieron la presencia de su grupo de policía judicial, así como del de Homicidios y del equipo de inspecciones oculares de la Policía Científica, desplazados estos dos últimos desde València.

Desde el primer momento, los agentes de la comisaría de Xàtiva pidieron al novio de Isabell Elena que no abandonara el domicilio, mientras se preservaba la escena para que pudiera ser examinada por la policía científica.

El entorno de la víctima

El cuerpo desnudo de Isabell Elena fue encontrado caído en el suelo de uno de los dormitorios, boca arriba. El forense que examinó el cuerpo en el lugar detectó un fuerte golpe en la parte posterior de la cabeza y un corte profundo en la parte izquierda del cuello que provocó una enorme hemorragia, lo que prueba que fue degollada con un cuchillo de grandes dimensiones.

Las primeras gestiones de la Policía Nacional permitieron confirmar que Juan Vicente realmente venía de su trabajo, en el campo, como han certificado sus compañeros. Además, dio a los agentes algunas de las claves que posiblemente acaben conduciendo a la resolución del asesinato y que están vinculadas con algunas relaciones personales de la víctima, aunque aún es pronto para fiar toda la investigación a una única línea argumental.

En cuanto a la hipótesis del robo, los investigadores no han visto indicios que la refrenden, por lo que, en principio, esa posibilidad queda relegada a un segundo plano.

Juan Vicente fue la primera persona en prestar declaración y lo hizo pasadas las seis de de la tarde de ayer en la comisaría de Xàtiva ante el grupo de Homicidios, después de ser acompañado a las instalaciones policiales desde la casa.

A partir de ahí, la policía científica completó la inspección ocular del domicilio, donde tomó numerosas muestras en distintos puntos de la vivienda, sobre todo en el dormitorio donde estaba el cuerpo sin vida de Isabell Elena y en la puerta de la vivienda, así como en la cocina y el baño.

Una vez concluido el trabajo policial y obtenido el permiso del juez de guardia de Xàtiva, el cuerpo fue levantado y trasladado e el furgón fúnebre al Instituto de Medicina Legal de València, donde hoy se le practicará la autopsia, durante la cual se buscarán huellas de un posible ataque sexual.