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CORONAVIRUS

El regreso a la actividad de parte de la economía agrieta a los tres socios del Consell

Compromís y Podemos censuran a Sánchez por relajar el confinamiento mientras el PSPV lo apoya pero pide garantizar la seguridad

El regreso a la actividad de parte de la economía agrieta a los tres socios del Consell

Ni la pandemia está actuando por igual en todo en territorio español, ni todos los gobiernos están gestionando la crisis de la misma manera, ni dentro de los propios ejecutivos se está dando el mismo nivel de consenso que debería suponer el combate a la Covid-19.

Dentro de las «especificidades» geográficas y por sectores económicos, la recuperación de trabajos en servicios no esenciales tras dos semanas de «hibernación» de la economía, ha provocado una brecha entre los socios del Botànic -hasta ahora monolíticos-, al discrepar Compromís y Podemos frente a la aceptación a regañadientes del PSPV de los planes del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para relajar el confinamiento en determinados sectores. Tras el festivo autonómico de Pascua que alargó el descanso de Semana Santa en esta Comunidad, el hecho que este martes haya más personas realizando su labor en su puesto de trabajo habitual, especialmente con las obras otra vez en marcha, no cuenta con el apoyo de los dos socios socialistas. Al margen de levantar todas las críticas de la oposición sobre la falta de medidas de seguridad con la que regresan al tajo esos trabajadores.

Si Ximo Puig fue uno de los barones socialistas que más insistió hace un par de semanas en endurecer el nivel de confinamiento, en esta nueva etapa de aperturismo para ciertos sectores laborales, ha reclamado que no se permita ninguna actividad que «no garantice la seguridad sanitaria de sus trabajadores».

En este mismo sentido, el síndic del PSPV-PSOE en las Cortes, Manolo Mata, comentó ayer que es «bastante razonable que se minimicen las salidas y se limite a actividades que aunque no sean esenciales si son muy importantes porque las cadenas de producción tienen que continuar». Mata concede cierto margen a estas nuevas medidas porque «nuestros datos van bien», aunque recalca que, todavía, «la excepcionalidad es ir a trabajar», por lo que «todo el que pueda teletrabajar o estar en casa, que esté», añadió el socialista.

Y ahí acaba el apoyo a las nuevas premisas planteadas por Pedro Sánchez. Desde su socio en Madrid y València, Unidas Podemos, ya se encargaron representantes como la portavoz en las Cortes, Naiara Davó, de defender que «no es el momento de echar al traste con todos los esfuerzos mantenidos hasta el momento para aplanar la curva y salvar vidas». Davó afirmó en redes sociales que «debemos sostener un poco más los sacrificios» y eso conlleva que «o paramos el país o nos quedamos sin país».

Una teoría que ayer refrendó el síndic de Compromís, Fran Ferri. La explicación del portavoz de la coalición en las Cortes fue muy elocuente: «Es difícil de explicar que los niños no puedan dar una vuelta a la manzana, pero que sus padres tengan que ir a fábricas y empresas a trabajar en sectores no esenciales. La salud debe estar por encima de todo, porque cuando la economía cae se puede recuperar, pero las vidas que se pierden son irrecuperables», afirmó.

Garantías de seguridad

Por parte de la oposición, la presidenta regional del PP, Isabel Bonig insistió en que tanto el Gobierno de Pedro Sánchez como el de Ximo Puig «deben garantizar la seguridad de los ciudadanos que tienen que volver a sus puestos de trabajo. Pedimos que pongan al servicio de los trabajadores los materiales necesarios para evitar que se contraiga la enfermedad». Isabel Bonig enfatiza en que los sanitarios y los trabajadores de las residencias dispongan de material de seguridad y se les hagan test, ya que «salvanguardando su salud nos protegemos todos».

El síndic de Ciudadanos, Toni Cantó lamentó que «muchos españoles hayan tenido que volver al trabajo sin saber cómo ni quién garantizará los materiales de protección». Cantó criticó la «improvisación e incertidumbre» y demandó un plan de suministro generalizado de mascarillas y EPIs para poder volver progresivamente al trabajo». Para la síndica de Vox, Ana Vega, el Gobierno «no ha sabido ni prevenir ni curar y se ha mostrado incapaz de gestionar esta crisis». Vega considera necesario «actuar con arreglo a las recomendaciones de la OMS y los expertos, cosa que no se está haciendo a día de hoy», concluyó.

Primeros movimientos para impulsar un pacto valenciano de reconstrucción

Ciudadanos emplaza a Puig a promover un gran acuerdo tras la primera alianza con los sindicatos y la patronal

Un par de días después de que el jefe del Consell, Ximo Puig, firmara en el Palau de la Generalitat un acuerdo con medidas para paliar las consecuencias económicas de la Covid-19 con el presidente de la CEV, Salvador Navarro, y los secretarios regionales de CCOO, Arturo León, y de UGT, Ismael Sáez, el síndic de Ciudadanos en las Cortes, Toni Cantó, le ha dado otra vuelta de tuerca a esta alianza al instar al presidente de la Generalitat, a impulsar unos «Pactos valencianos de la Reconstrucción» para superar la crisis del coronavirus. De algún modo, una especie de «Pactos de la Moncloa» de ámbito autonómico, donde intervengan tanto las fuerzas políticas como también las empresarias y sindicales.

En opinión de Toni Cantó, «necesitamos llegar a acuerdos amplios entre partidos y agentes sociales para dar una respuesta política, sanitaria y económica que sea eficaz, consensuada y alejada del populismo». A su juicio, la solución a la crisis generada por esta pandemia «solo podrá venir desde el centro y desde la unidad, sin improvisaciones y sin anteponer la ideología». Alusión a un centro que en España siempre tendrá como referencia la UCD de Adolfo Suárez, impulsor de los «Pactos de la Moncloa» que ahora plantea reeditar el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Toni Cantó, quien trasladará la propuesta a Puig en la reunión semanal que el presidente mantiene con los síndics, insistió en la importancia de crear un fondo de contingencia de unos 3.000 millones, reestructurando el presupuesto y eliminando «gasto superfluo» para hacer frente a esta crisis y lleve a paliar sus efectos económicos. También propone que la Generalitat pague la cuota de autónomo a los que han visto reducida su actividad y una moratoria de impuestos. En todo casio, estas propuestas, de salida, no cuenta con el apoyo del Consell.

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