Los partidos del Botànic celebraron ayer que Pedro Sánchez lograra ser investido presidente del Gobierno pero a la vez aseguraron que estarán vigilantes de que la agenda valenciana sea una realidad. Conscientes de la fragilidad parlamentaria del primer gobierno de coalición de la democracia, PSPV, Compromís y Unidas Podemos mostraron su confianza con el compromiso del acuerdo PSOE-Unidas Podemos pero manifestaron que estarán pendientes para que el nuevo presidente presente un cambio del modelo de financiación autonómica en ocho meses, tal y como exigió el diputado de Compromís, Joan Baldoví, en el acuerdo alcanzado con Sánchez. Mientras la izquierda aplaudió el desbloqueo del país, para el PP, Ciudadanos y Vox, esta investidura no beneficiará a los valencianos ni implicará un cambio de financiación.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, asistió ayer al Congreso en el debate de investidura y mostró su esperanza en el nuevo Gobierno al considerar que la elección de Sánchez «trabajará por la justicia social y atenderá las necesidades de los valencianos». Para Puig, resulta positivo que se puedan alinear políticas progresistas desde España y la Comunidad, instando a la derecha a «cambiar de actitud y abandonar la crispación». Tras la sesión de investidura, Puig remarcó que «aquello que la extrema derecha está tratando de inocular en la sociedad no se puede permitir» y defendió que hay que «contrarrestar con una política moderada» la descalificación, el insulto o la arrogancia de la asunción como propia de la Constitución o de la Monarquía. También el alcalde de Alcoy y portavoz socialista en la Diputación, Toni Francés, apostilló que «se inicia una nueva legislatura de progreso, en la que hay que conseguir grandes consensos».

Durante su intervención en el debate, el portavoz de Compromís, Joan Baldoví, aseguró que la coalición «ha cumplido», por lo que confió en que se cumpla el documento acordado que recoge que en ocho meses habrá sobre la mesa un nuevo modelo de financiación para empezar a discutir sobre él. También pidió a la derecha que aprenda a perder, reprochó la «mala educación» de PP, Ciudadanos y PPVox y se dirigió a Santiago Abascal para preguntarle si cuando cobraba 83.000 euros de un chiringuito por no hacer nada, ¿lo hacía por Dios, por España o por el Rey?

También la síndica de Unidas Podemos en las Cortes, Naiara Davó, se mostró visiblemente contenta por el hecho de que a partir de ahora haya «dos Gobiernos aliados» en España y en la Comunidad, tanto en el Botànic como en el Consejo de Ministros: «Seremos una fuerza crucial para la colaboración institucional y territorial». Davó ha defendido insistentemente que Madrid debe «mirar hacia la Comunidad y botanizar España» y ayer afirmó que comienza «una nueva década con un gobierno para la esperanza».

En la derecha pusieron ayer el foco en las cesiones de Pedro Sánchez a los partidos comunistas y nacionalistas. El presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, calificó de «nefasto para España» la investidura de Pedro Sánchez: «Se ha arrodillado ante los independentistas y ha claudicado ante los herederos de los terroristas y de los que han sido condenados por revertir el orden constitucional en Cataluña». A su juicio, los socialistas han abdicado del papel moderador que tuvieron durante los años de la Transición y se han instalado «de forma irresponsable en el frentismo, la radicalidad y la crispación».

El presidente de la Diputación alertó de que Pedro Sánchez conducirá a España a la confrontación y a la deriva que le van a marcar los independentistas, «porque solo piensa en mantenerse en el poder». Para Mazón, es muy grave que el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, haya sido el principal defensor del «pacto indecente que el PSOE ha firmado con los independentistas y radicales que quieren fracturar España y son enemigos de la Constitución y de los valores democráticos».

En la misma línea se pronunció la diputada de Ciudadanos en el Congreso Marta Martín, para quien un PSOE «arrodillado ante el populismo, el secesionismo minoritario y Bildu no es una buena noticia». Con estos argumentos, quiso mandar un mensaje a los españoles y asegurarles que «no vamos a dejar que generen más desigualdades, que vendan este país o que nos enfrenten». En su opinión «el centro y la sensatez son más necesarios que nunca y desde Ciudadanos vamos a estar vigilantes y trabajando por el sentido común, la equidad y el progreso». Marta Martín lamentó que «muchos españoles se han quedado huérfanos, viendo como el partido socialista constitucionalista no existe».

Para la portavoz de Vox en las Cortes, Ana Vega, esta investidura es «un fraude a todos los ciudadanos porque en campaña Pedro Sánchez dijo que nunca pactaría como los comunistas». A su juicio, «es un pacto con el brazo político de ETA, con aquellos que asesinaron a sus compañeros en el País Vasco». Ana Vega se comprometió a hacer una oposición frontal e iniciar acciones judiciales para hacer respetar la figura del monarca.