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Génova ultima que César Sánchez lidere la candidatura del PP al Congreso por Alicante

La cúpula popular testa la opción del presidente de la Diputación para encabezar la lista de las generales y apoyar a Pablo Casado, en una decisión que se resolverá de forma inminente

Pablo Casado saluda durante un acto del verano pasado en presencia de César Sánchez. héctor fuentes

Génova ultima una decisión que supone un movimiento político de primera magnitud, en la misma línea que ya avanzó este periódico hace unos días: la candidatura del presidente de la Diputación, César Sánchez, como número uno del PP al Congreso en las elecciones generales del 28 de abril. El dirigente provincial, de cumplirse los pronósticos y cerrarse todos los contactos que anoche aún tenía en marcha la cúpula nacional del partido, tiene casi todas las papeletas y parte con ventaja para ponerse al frente de la lista. Medirá así la aceptación de su figura política en el conjunto de las comarcas alicantinas después de cuatro años en el Palacio Provincial -la elección de la Diputación es indirecta y sin una votación ciudadana- en unos comicios decisivos para el PP en los que todo apunta a un retroceso en las urnas. César Sánchez saldría así en apoyo de Pablo Casado en una circunscripción muy importante para las generales -es la quinta que más diputados reparte con una docena- y le ratificaría como el hombre de Génova en la provincia de Alicante.

Durante toda la jornada, desde Madrid realizaron un buen número de consultas para testar la aceptación de la figura de César Sánchez. Todos los movimientos caminan, de hecho, en esa dirección. El presidente de la Diputación es el único alicantino con una secretaría en la ejecutiva de Casado y, además, es el dirigente del PP de la Comunidad Valenciana con un cargo más relevante en la organización estatal. A pesar de que, inicialmente, César Sánchez se alineó con Dolores de Cospedal en la batalla interna del PP, lo cierto es que luego se recolocó en la segunda y definitiva vuelta junto a Pablo Casado. Después de acomodarse en la ejecutiva nacional del PP, el dirigente popular entró, igualmente, en el comité de campaña como único representante de la Comunidad Valenciana. Esta misma semana, cuando se tuvo que anular una visita a Alicante de Teodoro García Egea -número dos de Casado-, César Sánchez cubrió calcada su misma agenda alicantina.

La dirección popular, inicialmente, sondeó la vía de un independiente para sustituir al veterano exministro José Manuel García Margallo, que desde un primer momento mostró su voluntad de no optar a un nuevo mandato en el Congreso por Alicante. Pero los movimientos de Génova, encabezados por el murciano García Egea, habrían conducido finalmente hacia la figura de César Sánchez. Al cierre de la edición, ni la dirección provincial ni tampoco la cúpula regional habían recibido comunicación alguna sobre las intenciones de Casado aunque la voluntad de Isabel Bonig era hacerse fuerte con las candidaturas autonómicas, en la que se apunta que José Císcar será el número uno por Alicante. En cualquier caso, ante una convocatoria inminente del comité electoral nacional, Génova tendría perfilados sus candidatos para las generales en la Comunidad. Belén Hoyo por Valencia, Miguel Barrachina en Castellón y la mencionada alternativa de César Sánchez para la provincia.

La marcha a Madrid, en cualquier caso, no excluiría al dirigente del PP, al menos en principio, de optar a otro mandato en la Diputación. Esa decisión se convertiría en una segunda vuelta de un proceso posterior en el que tendría abierta la puerta a la espera de que se decida el gobierno de la Diputación, el último que se constituye. Si hoy se resuelve la cabecera de la lista a favor de Sánchez, luego se tendrá que cuadrar el resto del orden. Suenan los senadores -especialmente Asunción Sánchez Zaplana y Adela Pedrosa- para ir al Congreso o la exdiputada Macarena Montesinos. La lista aún tardará unos días.

Pablo Casado designa apoderado al diputado Adrián Ballester y controla el registro de las listas

El vicepresidente de la Diputación tendrá la firma del PP ante la Junta Electoral en los comicios de abril y mayo

Génova tendrá el control total y absoluto de la presentación de candidaturas ante la Junta Electoral después de designar a Adrián Ballester, vicepresidente de la Diputación y uno de los «patas negra» del sector más próximo a Pablo Casado, como apoderado general ante la Junta Electoral Provincial. Eso le dará a uno de los fieles a Casado y que, además, tiene interlocución directa con Teodoro García Egea -número dos del PP y la persona que conduce todo el aparato electoral-, un papel clave en todo el proceso tanto para los comicios del 28 de abril -generales y autonómicas- como para los del 26 de mayo, locales y al parlamento europeo. La figura del apoderado de cada partido o coalición que concurre a los comicios es clave: es la persona que ostenta la interlocución con la Junta Electoral y, a su vez, también tiene el control sobre la presentación de las candidaturas además de ostentar la supervisión sobre las juntas de cada comarca, claves especialmente para el registro de listas de las elecciones municipales.

La decisión de colocar a una persona afín a la dirección superior pero que, sin embargo, no es del gusto de la cúpula provincial de turno, no es nueva. Es una estrategia ya ensayada dentro del PP. En la época en la que Joaquín Ripoll dirigía el PP en la provincia de Alicante enfrentado a Francisco Camps, presidente regional, era precisamente el entonces jefe del Consell el que, con el beneplácito de la dirección nacional, le imponía los apoderadores electorales a Ripoll. Así que, en el fondo, la designación de Adrián Ballester es un movimiento de Pablo Casado que se podía esperar. Fuentes del PP, sin embargo, le restaron importancia y recordaron que nunca en los últimos procesos electorales se han producido conflictos con el registro de candidaturas en las diferentes juntas.

Sea como fuere, es Pablo Casado a través de sus partidarios el que tendrá un control absoluto sobre todo el proceso jurídico de las elecciones, una vez que Adrián Ballester -actualmente vicepresidente de la Diputación y que aspira a continuar en el Palacio Provincial- ha sido designado. No quiere tener ni un sobresalto con candidaturas que puedan ser modificadas en el último minuto.

Una votación con peligros y que es un arma de doble filo

Ayer el presidente de la Diputación se despejó la agenda en el Palacio Provincial. Tenía cuestiones pendientes en Calp. La candidatura de Sánchez a Madrid, en caso de cuadrar, es un arma de doble filo: un buen resultado de Casado reforzaría aún más al presidente de la Diputación pero un retroceso notable le pondría en la picota interna.

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