El pulso por el candidato del PP a la Alcaldía de Orihuela está servido con ambas direcciones, autonómica y nacional, a pleno rendimiento en su lucha por colocar al número uno del partido en la ciudad. La presidenta del PP de la Comunidad Valenciana, Isabel Bonig, mantiene el pulso con Génova en este conflicto y recordó ayer en Alicante al presidente de la formación, Pablo Casado, que el nombramiento del candidato a la Alcaldía de Orihuela es competencia de la dirección regional a propuesta del comité electoral local y que no tiene por qué interenir en ese nombramiento cuando las competencias «están claras».

Bonig se pronunció así antes del inicio de una reunión con representantes del Colegio de Médicos para hablar sobre la situación de la Sanidad Pública, una cita a la que acudió junto al presidente provincial del PP, José Císcar y los diputados autonómicos José Juan Zaplana y Elisa Díaz. La líder autonómica de los populares dejó claro que aunque «haya algunos que quieran ver un conflicto en este asunto, es competencia de la comité autonómico». «Será la dirección regional la que elegirá la persona más adecuada para ganar las elecciones y seguir gobernando en Orihuela, de la que depende no solo la Generalitat Valenciana sino la Diputación de Alicante, así que hay que ser muy cautos y elegir a la mejor persona», subrayó Isabel Bonig.

Esa fue su clara respuesta tras la crisis abierta en el seno del PP de la Comunidad con la dirección nacional que dirige Pablo Casado después de que Génova se haya mantenido firme en nombrar como número uno al actual alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, persona a la que no quieren ni la dirección autonómica ni la provincial ni tampoco la local. Los estatutos del PP especifican que la competencia para nombrar candidatos en los municipios de más de 20.000 habitantes es de la dirección regional a propuesta de la ejecutiva local. Pero en el caso de Orihuela se ha generado un peligroso conflicto que tiene estancado el nombramiento de su número uno y que ha provocado una brecha entre ambas direcciones. La batalla se abrió antes del último congreso nacional del PP, cuando los populares alicantinos y autonómicos se dividieron ante las candidaturas de Pablo Casado y Soraya Sáez de Santamaría para presidir el partido tras la dimisión de Mariano Rajoy. La lucha, que fue encarnizada y que acabó con una victoria de Casado frente a la exvicepresidenta del Gobierno debilitó al PP de José Císcar en Alicante y creó una incómoda situación a la presidenta autonómica. Bonig y Císcar cerraron finalmente filas con Casado por la unidad del partido pero el escollo de Orihuela nunca se superó. Y ahí sigue.

Emilio Bascuñana se posicionó primero con María Dolores de Cospedal y luego con Casado en la pugna por presidir el PP. Tras la victoria de Casado, Génova apuntó a Bascuñana como el aspirante a encabezar la lista por Orihuela en el municipio y revalidar al actual mandatario como número uno del partido. Sin embargo, la propuesta de Bascuñana, enfrentado a la dirección local oriolana que capitanea Dámaso Aparicio -auspiciado por la número dos de la dirección regional, Eva Ortiz- no gustó en absoluto ni a la cúpula autonómica, ni provincial ni local del partido, generando así un conflicto de competencias al que se suma el expediente de Bascuñana en Sanidad que la Inspección está a punto de finalizar.

El ahora primer edil oriolano, médico de profesión, estuvo durante seis años cobrando un salario de Sanidad sin acudir a trabajar, según un informe de la Conselleria. El documento apunta a terminar en manos de la Fiscalía ante la posibilidad de que exista una responsabilidad penal en los hechos. Este es el motivo que el PP de Isabel Bonig, Eva Ortiz y José Císcar esgrimen para cortar las aspiraciones de Bascuñana de revalidar como número uno de la lista en Orihuela y el argumento que presentan ante Génova para que finalmente lo deje fuera ya que su situación personal por el asunto sanitario puede poner en entredicho al partido. El comité electoral local tenía previsto trasladar su candidato en la Convención de Madrid la semana pasada -se barajaba un nombre en firme-, pero esta situación abrió el melón por la mitad y, a día de hoy, el PP continúa sin acuerdo en la capital de la Vega Baja.