Una losa, dijo el conseller de Hacienda sobre el coste anual de hacer frente a la deuda de más de 46.000 millones de euros que arrastra la Generalitat. Y una losa que cada vez es más pesada, porque crece más que el presupuesto total. Este aumenta un 10,7%, mientras que el servicio de la deuda sube un 12%.

El resultado es que el gasto en intereses y amortización se consolida como la segunda conselleria de la Administración autonómica, con 5.782,6 millones. Representa el 26,2% de las cuentas de la Generalitat. Significa que uno de cada cuatro euros del presupuesto no irá a gasto real, sino a cubrir préstamos.

En este momento, el coste de la deuda se sitúa ya a menos de mil millones de diferencia de la conselleria con un presupuesto más voluminoso (Sanidad, que tiene 6.635 millones), algo que hace unos años parecía impensable. Al ritmo actual, la deuda se convertirá en pocos años en el servicio que acapara más gasto de la Generalitat.

Así, aunque la cifra total del presupuesto imponga (algo más de 22.096 millones), la realidad es que 16.706,8 son los que van a gasto real. El resto se lo come el coste de la deuda acumulada.

Para hacerse una idea, la Generalitat paga en intereses y amortizaciones de préstamos casi cuatro veces más que lo que destina a uno de los departamentos sensibles y donde el Botànic ha puesto más atención. Igualdad y Políticas Inclusivas, el departamento de la vicepresidenta, Mónica Oltra, cuenta con 1.528,2 millones. El incremento es notable, de un 27,7%. Solo es superado por el que consigue el área de Vivienda ante la presión de Podemos en este ámbito.

Si se tiene en cuenta que la conselleria de la líder de Compromís ya era la que más crecía en las cuentas de este año, aunque no tanto como en 2019 (un 13,8%), el resultado es que en dos años la inversión para atender a los colectivos más vulnerables casi se ha doblado. Esta circunstancia está motivada también porque se trata del área que estaba en peor situación cuando se produjo el cambio en el Consell (2015), según los informes de los directores y gerentes de centros sociales.

Es significativo el crecimiento de la partida para prestaciones de la dependencia, que se eleva un 44,4%. Es la oficina que capta la mayor parte del presupuesto: un 24,3%. Otro de los focos inversores está en la dirección de Igualdad de Género, que crece un 46,9%, aunque se trata de una partida menor dentro del total de la conselleria. Lo mismo se puede decir del área de Igualdad en la Diversidad, que aumenta un 84,5%.

El azar quiso que Soler y Oltra presentaran las cuentas del Consell para 2019 el mismo día que la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, parecía zanjar en el Congreso las vacilaciones sobre la reforma del sistema de financiación. Calvo no se fue por las ramas y rechazó ayer de forma clara que vaya a haber nuevo modelo en esta legislatura, teniendo en cuenta además que en 2019 hay elecciones autonómicas.

El conseller de Hacienda, que conocía esas declaraciones, insistió en que la Generalitat mantendrá sus reivindicaciones, pero evitó cualquier crítica. Sí que calificó de «irresponsabilidad», en cambio, la actitud con la Comunidad Valenciana del anterior presidente, Mariano Rajoy. De los actuales gestores valoró que generan «un punto de optimismo», porque contemplan mejoras transitorias que palien la situación mientras perdura la infrafinanciación. Por esa regla espera que abracen alguno de los «milagros» en forma de ingresos ahora irreales que ha incluido en las cuentas. A ver si tiene más suerte que en el pasado.