El Consell del Botànic se jugará todas sus cartas antes de las elecciones con otros presupuestos expansivos que crecen casi un 10% -el año pasado ya subieron más de un 12%- y que, por vez primera durante esta legislatura, llegan pactados a una larga tramitación parlamentaria de dos meses. El titular de Hacienda, Vicent Soler, entregará hoy al presidente de las Cortes, Enric Morera, un documento que mantiene la política social como signo distintivo de la gestión pero que, además, contiene un guiño a los departamentos económicos como infraestructuras, agricultura, empleo o atención a las pymes. El presidente de la Generalitat y secretario general del PSPV, Ximo Puig, junto a Mónica Oltra, número dos del Consell y líder de Compromís, escenificaron la firma del pacto en el Pati Gòtic del Palau de la Generalitat con Antonio Estañ, máximo responsable de Podemos. Un documento que incorpora un total de 66 propuestas, garantiza la estabilidad hasta el final del mandato alejando la posibilidad de un adelanto electoral y marca una línea, como coincidieron los tres dirigentes, a la búsqueda de un segundo mandato tras las elecciones de 2019.

La escenografía, desde luego, supone una novedad en tanto que nunca durante esta legislatura el documento presupuestario había llegado acordado por completo a su periplo parlamentario. Un escenario que responde en parte a los nuevos aires de pactos entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en Madrid pero también, en gran medida, a la debilidad de Podemos en la Comunidad. La formación que encabeza Antonio Estañ -a las que las encuestas colocan con un retroceso electoral- no podía plantar cara a los socialistas para no generar inestabilidad que provocara un adelanto electoral que no les interesa. Por eso, necesitaban un pacto para garantizar que se completará la legislatura renunciando, incluso, a cuestiones polémicas de años anteriores como la tasa turística y con una escenografía que situara a Podemos al mismo nivel que los otros dos socios del Botànic.

En el documento firmado con toda solemnidad en el Palau, de dieciocho páginas y titulado «Marcando la senda del cambio. Unos presupuestos para las personas», no se especifica cantidad alguna sino que recoge los compromisos de cada una de las áreas de gobierno. Asimismo, en un apartado final se desglosan los proyectos y proposiciones de ley que aspiran a ser aprobados antes de que se disuelvan las Cortes Valencianas a primeros de abril con motivo de las elecciones autonómicas de 2019. Entre ellas se considera prioritaria la que se ha bautizado como la ley de delimitación de competencias de las diputaciones, que es la norma que vaciará a las instituciones provinciales de aquellas áreas que ahora gestionan pero que, en realidad, corresponden a la administración autonómica. Una norma que genera el rechazo del PP de Alicante, que controla la corporación alicantina, y del empresariado.

El gran protagonista del acto, Antonio Estañ, destacó, entre las medidas del proyecto presupuestario, el plan estratégico de vivienda que incorpora elementos de alquiler solidario; la gratuidad educativa de 0 a 3 años, dotada con 50 millones; acabar con el copago farmacéutico; impulsar la ayuda a la dependencia; apoyar a las pymes: acabar con las listas de espera sanitarias e impulsar la transición ecológica con 13 millones. «El objetivo es finalizar la legislatura de la mejor forma posible y consolidar la próxima», apuntó el también portavoz de Podemos en las Cortes. Una idea en la que coincidió Mónica Oltra: «Nos marcan el camino de la próxima legislatura». Y también Ximo Puig: «Deben servir de pegamento para dos legislaturas con una misma vocación».