El PSOE se resiste a perder la Presidencia de la Diputación. Tanto, que el secretario general de los socialistas de la provincia, David Cerdán, ha pedido a su homólogo de Ciudadanos (C's), Emigdio Tormo, una reunión para tratar de sellar una entente. La cita se celebrará previsiblemente el próximo martes a primera hora de la mañana. En principio, la idea del líder del PSOE pasaba por reunirse mañana, pero el trabajo de Tormo lo impide. El máximo responsable de C's en tierras alicantinas sigue compatibilizando a día de hoy su acta de diputado autonómico con su trabajo de piloto de líneas aéreas comerciales, y el lunes le toca vuelo. Al menos, eso aseguraron ayer fuentes del partido. Por ende, el cónclave se traslada al martes.
El objetivo es claro. Los socialistas confían en obtener el apoyo de C's para auparse así a la Presidencia de la Diputación 20 años después. Desde que Antonio Mira-Perceval dejara paso a Julio de España, el PSOE nunca ha tenido opciones reales de recuperar el poder en la institución provincial. Hasta ahora. La fragmentación del voto el pasado 24-M y el auge de partidos emergentes y otros de izquierda, como Compromís, Acord Ciutadà (el paraguas con el que se presentó EU) y el propio C's, han propiciado que la próxima corporación provincial sea multicolor. Hasta cinco formaciones distintas poblarán el hemiciclo. Y el PP, por primera vez desde 1995, se ha quedado sin la tan ansiada mayoría absoluta. Solo le ha faltado un diputado.
Ante este panorama, se abren dos vías. La primera, que C's avale, por acción u omisión, a un candidato del PP. De momento, y salvo viraje de última hora, Císcar no podrá ser el aspirante. ¿Por qué? Porque la formación de Albert Rivera le veta al haber sido la mano derecha de Francisco Camps en el Consell y, posteriormente, por su gestión como vicepresidente de Alberto Fabra. Pero él, de momento, mantiene su candidatura. Y ahí es donde el PSOE ve el cielo abierto.
Los socialistas, y más concretamente David Cerdán, tratarán de convencer a C's de que le arrope en el pleno de constitución de la Diputación. Solo existe un pero: que el exalcalde de Benidorm Agustín Navarro, que se encuentra imputado, formará parte del grupo socialista en la corporación provincial. Y esa es una línea roja infranqueable para C's, tal y como reiteró Tormo en la entrevista que concedió este viernes a este diario. Fuentes socialistas, sin embargo, aseguran que Cerdán trasladará el martes al líder de C's que su imputación no está ligada a ningún caso de corrupción, sino que es «administrativa».
Ayer, de hecho, el propio David Cerdán quiso recordar que el PP también tendrá un dirigente en el Palacio Provincial sobre el que recae la sombra de la duda. «La elección de Bernabé Cano demuestra el poco respeto que el PP provincial tiene a la Diputación», zanjó. Para Cerdán, el actual alcalde de La Nucía es el paradigma de la «peor política practicada por el PP en esta tierra, y por supuesto lo más contrario a la exigencia de transparencia, talante democrático y gestión honrada que todos estamos exigiendo». ¿Por qué? Porque su nombre aparece en las grabaciones del caso Gürtel y porque en su municipio se han dado casos de enchufismo, según denunció.
Ese será otro de los argumentos que esgrimirá en la reunión del martes. Pero una hipotética entente de ambas fuerzas sería insuficiente para que el PSOE alcanzara la Presidencia. Le haría falta el visto bueno de los tres diputados de Compromís y el de la representante de EU. Con esta última no habría excesivos problemas, pero con la coalición sí podría surgir un escollo. C's solo apoyaría a los socialistas si Compromís no entra a formar parte del equipo de gobierno.
Desde el partido que aúna al Bloc, Iniciativa y Els Verds, por su lado, declinaron realizar declaraciones sobre la Presidencia de la Diputación. Sólo puntualizaron que «nadie» de C's «ha dicho que exista un veto hacia nuestro partido» y se mostraron partidarios de que la institución provincial «deje de ser un ente partidista» al servicio del PP.
