La rivalidad que durante prácticamente toda la legislatura han mantenido el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y el máximo dirigente provincial de Alicante y exvicepresidente del Consell, José Císcar, no llegó a su fin tras el 24-M. Fabra nunca quiso a Císcar como sustituto de Luisa Pastor al frente de la Diputación de Alicante, una de las pocas instituciones en las que el PP puede resistir tras la debacle electoral del pasado 24 de mayo, y está moviéndose para evitar que la aspiración de su exvicepresidente se haga realidad. Según ha podido saber este diario, Fabra ha planteado a la candidata autonómica de Ciudadanos, Carolina Punset, la opción de sacrificar a Císcar y aupar a la presidencia al exalcalde de Altea, Miguel Ortiz, exzaplanista que se ha granjeado estos años el favor del Palau. El PP de Alicante necesita el apoyo del único diputado provincial de Ciudadanos para mantener la Presidencia de Alicante, tras la mayoría absoluta de la que partía antes de las municipales. El problema de Císcar es que Ciudadanos lo está vetando desde el principio y condiciona el acuerdo a que el candidato no sea él. Ni él ni Luisa Pastor, quien ya ha renunciado públicamente a seguir dirigiendo la institución provincial. Y no sólo eso, sino que ha instado a José Císcar a dar también un paso atrás.
El dirigente provincial, que tiene también escaño en las Cortes Valencianas y acta en el Ayuntamiento de Alicante, mantiene, pese al bloqueo de Ciudadanos, su candidatura y está tratando de recabar los necesarios apoyos internos en las comarcas, aunque crecen las voces que exigen que el aspirante a la Presidencia se vote entre los concejales populares.
En medio de esta pelea, Fabra, que ya ha dicho que no volverá a presentarse a reelección en el partido, ha entrado en escena. Según ha podido saber este diario, mantuvo un encuentro con Luisa Pastor y Miguel Ortiz, y después contactó con Punset para tantearla sobre su apoyo al exalcalde de Altea. Se da la circunstancia de que Punset y Ortiz se conocen muy bien, ya que la candidata de Ciudadanos fue la pasada legislatura concejal independiente en Altea. Sin embargo, no hay sintonía entre ambos y, según las fuentes consultadas, Punset le comunicó a Fabra su rechazo a que Ortiz sea presidente de la Diputación. Ciudadanos, como ya ha insistido, no quiere ni a Císcar, ni a Pastor ni a Ortiz ni tampoco a Bernabé Cano, de La Nucía. Con todo, la maniobra de Fabra que se habría producido a espaldas de Císcar evidencia que aún sigue en activo y, en este caso, sus movimientos van en contra de su barón provincial en Alicante.
Por su parte, la coordinadora general del PP, Isabel Bonig, sí echó un cable al presidente provincial al indicar que sería un buena opción para presidir la Diputación y criticó a Ciudadanos por su veto: calificó de «absolutamente antidemocrático» que Ciudadanos exija que Císcar no sea el candidato. « Quien elige el candidato es el comité provincial del PP», remarcó Bonig.
