Miguel Valor ya tiene una salida abierta de par en par. La candidata del PP a la Alcaldía de Alicante, Asunción Sánchez Zaplana, ha disipado las dudas que se habían aireado sobre la presencia del actual primer edil en la lista municipal de la capital e impondrá su continuidad. Será en un puesto de elección asegurada -una de las cinco primeras plazas de la candidatura- y, por tanto, de relevancia y visibilidad de cara a los comicios del próximo 24M. La alcaldable popular, de esta manera, reconoce el papel que ha jugado el mencionado Valor desde que cogió la Alcaldía a mediados de enero después de la dimisión de Sonia Castedo para normalizar la convulsa escena política alicantina y pone fin al debate que se había generado en el PP sobre la conveniencia de mantener a Miguel Valor en la lista o, por el contrario, buscarle algo al margen. Cumple así con su deseo de seguir otro mandato más y de tener un futuro político que se ajuste a su posición de primer edil. La segunda parte de la jugada supondría su retorno a la Diputación. Pero esa es otra cuestión.
En las últimas horas, la candidata del PP a la Alcaldía de Alicante ha acelerado los movimientos para completar una lista, desde luego, mucho más limitada que la que tiene ahora en tanto que de los 18 concejales con los que, a día de hoy, cuentan los populares, los sondeos apuntan a que el grupo municipal podría quedarse entre diez o doce plazas. La aspirante, aún con los nombres por ordenar, cuenta, en puestos asegurados entre los diez primeros, además de la propia Sánchez Zaplana y del citado Valor, con el vicepresidente de la Generalitat, José Císcar, como avanzó este periódico, para aspirar a la Diputación; con el edil y presidente local del PP, Luis Barcala, ahora reforzado como director de la campaña municipal; y con una de las nuevas incorporaciones de la candidatura, Israel Cortés, uno de los principales colaboradores de la hasta ahora consellera de Bienestar Social.
Está por ver lo que ocurre, finalmente, con Carlos Castillo, que podría quedar desplazado a una posición más retrasada a favor de José Ramón González, otra de las caras nuevas de la candidatura y que tendrá un puesto, con total seguridad, también entre los diez primeros. Hay malestar con Castillo, responsable del programa electoral del PP, entre otras cosas, por el retraso en la elaboración del documento que, a 40 días de las elecciones, está aún sin cerrar. Para cumplir con los tramos de paridad que exige la ley, la candidata cuenta seguro, como viene avanzando este periódico, con la edil Mari Ángeles Goitía; y la también concejal y vicesecretaria provincial del PP, Belén González. Otra de las actuales regidoras, la también diputada provincial, Mari Carmen de España, tiene papeletas para seguir pero está por ver aún la posición. Como también falta encajar en la candidatura a Mari Carmen Román, durante muchos años dirigente vecinal en Benalúa. Alperi la reclutó para su candidatura municipal en 2007 pero, con posterioridad, se cayó en 2011 cuando Sonia Castedo encabezó la lista del PP.
El encaje final en una posición u otra -puesto de salida casi asegurada o, en su defecto, de «sufridoras»- de las citadas De España y Román podrían depender de los contactos que la alcaldable popular mantiene con María Dolores Padilla, gerente del Teatro Principal que, por ahora, todavía no ha contestado al ofrecimiento de Asunción Sánchez Zaplana para incorporarse a su proyecto. A la espera de lo que resulte de todos estos contactos, a los puestos de «sufridores» -por encima del diez- se podrían sumar otros dos concejales del actual equipo de gobierno: el edil de Educación, Antonio Ardid, cuyas opciones han recuperado enteros; y Adrián Santos, por la cuota de Nuevas Generaciones. A ellos se podría unir también Vicente Buades, que ocupa una de las secretarías generales de las Juntas de Distrito del PP. Asunción Sánchez Zaplana ya tiene el armazón de su candidatura definido ahora sólo le falta ordenarlo y cerrar el orden antes de que la dirección provincial envíe la lista a Madrid para validarla.
