Cuando apenas quedan cinco días para la fecha tope de presentación de las candidaturas, la cúpula del PP continúa sin encontrar una salida política para el alcalde de Alicante, Miguel Valor, un cargo con más de tres décadas de servicio a los populares y que tuvo que asumir el mando del consistorio en enero, quizá, en el momento más delicado de su historia a raíz de la dimisión de Sonia Castedo. Los populares están dispuestos a encontrar una solución pero, sin embargo, no le aseguran al primer edil un puesto de salida en la candidatura municipal y, obviamente, tampoco la posibilidad de retornar a la Diputación, la institución en la que más tiempo ha pasado Miguel Valor. Es más, en estos momentos y salvo un giro copernicano, el primer edil de Alicante no seguirá en la lista para los comicios del 24-M a pesar de que está dispuesto a continuar durante otro mandato.
Fuentes del PP apuntaron que, en estos momentos, la confección de la candidatura está en manos de la número uno Asunción Sánchez Zaplana y justificaron la posible ausencia de Valor por la necesidad de ordenar un equipo con perfiles para poder gobernar. No se trata, señalaron, de llenar la candidatura de cargos para darles una salida política sino de conformar una nómina de aspirantes atractiva que permita a los populares remontar y mantener el gobierno municipal, algo que a día de hoy en el PP no tienen asegurado ni mucho menos. En cualquier caso, sí coinciden todas las fuentes populares consultadas que la situación de Miguel Valor se ha convertido en una «patata caliente» y que se le debe buscar una salida convincente aunque sea fuera de las candidaturas.
En este panorama y con una nómina de puestos de salida que se sitúa en el puesto 10, los nombres que se están barajando para la candidatura no difieren de los que ya adelantó este periódico con Sánchez Zaplana y José Císcar, que iría, quizá, en la tercera plaza para optar a la presidencia de la Diputación además de los concejales Belén González, Luis Barcala, Carlos Castillo, Adrián Santos, Mari Ángeles Goitía y, posiblemente, Mari Carmen de España. De mantener ese núcleo, la candidata Sánchez Zaplana tiene margen, como máximo, para una o dos incorporaciones en puesto seguro. Es decir, se instalaría en el paradigma de «trinchera» y resistencia que han marcado las candidaturas autonómicas.
La evidencia de que la lista municipal de Alicante presenta una mayor complejidad es que el comité electoral nacional del PP -es decir, la cúpula de Génova- aprobó ayer las tres candidaturas a las Cortes Valencianas pero también las listas municipales de Valencia y Castellón. Alicante es la única de las capitales de provincia de la Comunidad en la que los populares aún no tienen aprobada su oferta electoral. Desde las filas del PP apuntaron, desde luego, que en el caso de la capital alicantina se trata de una candidatura que debe elaborar una alcaldable que «debuta» mientras que en las otras dos ciudades ya se trata de dos alcaldes consolidados.
Soraya y Rajoy
Con este panorama, inicialmente, la intención de los populares es que la candidatura municipal de Alicante se cierre entre el jueves por la tarde y el viernes por la mañana. Quizá esperan en el PP que la Santa Faz les conceda la visión necesaria para cuadrar el puzzle. Pero, en cualquier caso, todo quedaría ya concretado antes del sábado cuando la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, acudirá a la proclamación del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, como candidato en un acto en el monasterio de San Miguel de los Reyes. Y, sobre todo, del domingo cuando llegará Mariano Rajoy a la provincia de Alicante.
