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Los expertos apuestan por evitar el hormigón para defender la comarca de futuras inundaciones

Abogan por un plan diferente al que se puso en marcha tras la gota fría de 1987 y que se basó en presas e infraestructuras de cemento - Demandan que los municipios permuten terrenos inundables por los que no lo son

Los expertos piden evitar el hormigón al defender la comarca de inundaciones

Los expertos convocados ayer en Almoradí por el Instituto Universitario del Agua y las Ciencias Ambientales (IUACA) de la Universidad de Alicante, la Cátedra del Agua de la UA y la Diputación Provincial de Alicante coincidieron en reclamar un plan de defensa diferente al que se llevó a cabo tras la gota fría de 1987, en el que se invirtió en presas, infraestructuras y hormigón. A su vez, plantearon un nuevo plan de ordenación del territorio y que los ayuntamientos estudien permutar terrenos inundables por los que no lo son.

En estas jornadas dedicadas a analizar las inundaciones del pasado mes de septiembre, episodio bautizado como la inundación de Santa María, los expertos señalan que no solo hay que tener en cuenta las inraestructuras para evitar daños en la comarca de la Vega Baja sino también abordar otras en cuencas que se ha demostrado que afectan a la Vega Baja por las avenidas de agua, como la de Guadalentín y el Vinalopó.

En la mesa redonda técnica participaban expertos de la UA, técnicos de la Confederación Hidrográfica del Segura y representantes de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica.

En este foro, celebrado en el Centro Cultural Luis Martínez Rufete de Almoradí, el director técnico de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Carlos Marco, explicaba ayer en la mesa redonda que «vivimos en la Vega Baja el efecto Titanic, la falsa creencia de que estamos seguros, pero es imprescindible un cambio de mentalidad en el futuro plan de defensa contra inundaciones en el que nos olvidemos del hormigón y apostemos por otras soluciones como depósitos de infiltración, pozos o humedales».

Actualmente, la CHS trabaja con la Universidad de Valencia en infraestructuras planeadas hace años pero no ejecutadas como el encauzamiento de la rambla de Abanilla o el «bypass» de Orihuela, adaptándolos a las nuevas circunstancias. «Habrá que ver si esos proyectos son rentables respecto al beneficio que pueden dar», sentenciaba Marco.

Por su parte, el profesor de Ingeniería Civil de la Universidad de Alicante Armando Ortuño indicó que «cuando llueve, en la cabecera del río o en la Vega media, se ha visto en este último episodio de gota fría que la cuenca soporta ese caudal a su paso por la Vega Baja, pero cuando lo hace cerca de la comarca o en ella, como ocurrió en septiembre, se crea un gran problema». Por ello, aseguró que «es necesario que actuemos ya en ese plan de defensa contra las inundaciones».

Parque inundable

A su vez, Ortuño consideró «muy complicado la realización de un parque inundable, como se ha estado planteando en estos días, ya que la Vega Baja en sí misma es un territorio inundable».

El profesor de Análisis Geográfico de la UA, Juan Antonio Marco, criticó las actuaciones humanas sobre el río. «La relación de la sociedad y el río Segura siempre ha sido de dominación, no de integración. Hay que convivir con el río, no dominarlo, y por eso se puede cambiar el planeamiento ya que el cauce principal del Segura ha sido sometido a una antronización (intervención humana)». Marco apostó por «una relación horizontal entre el medio natural y la sociedad para vivir con el río, no contra él y que éste no sea una amenaza».

El director general del Agua de la Generalitat Valenciana, Manuel Aldeguer, anunció la elaboración por parte del Consell de un documento que ha estudiado el estado de riesgo de inundaciones en la Vega Baja y cómo hacerle frente. En el mismo, se habla de una serie de infraestructuras hidráulicas que debe llevar a cabo el gobierno autonómico al tener la competencia de protección frente a inundaciones entre la población. En ese estudio se analizan las cuencas y las posibles secciones que podría tener en cuanto a vías de evacuación del agua. «El problema lo veo en la propia sociedad de la Vega Baja. Si hay que evacuar el agua tendremos que apoyarnos en infraestructuras de drenaje». Una fase, esta, que causó un gran revuelo entre el público.

El director del Instituto Universitario del Agua de la UA, Joaquín Melgarejo, señaló en este sentido que «en el Levante y la cuenca del Segura no sabe llover. O nos secamos o nos inundamos» y abogó por que se lleven a cabo las infraestructuras hídricas necesarias para evitar un episodio como el sucedido en septiembre pasado.

El público aprovechó el turno de preguntas para criticar la falta de mantenimiento del río por parte de la CHS, a lo que el técnico de la Confederación respondió que «disponemos de medios humanos limitados y de aún menos medios económicos». Reconoció que no se actuó en zonas donde se rompió el río por la falta de fondos de la CHS para ello.

Los alcaldes exigen soluciones «cuesten lo que cuesten»

Reclaman al Ministerio de Medio Ambiente una partida presupuestaria suficiente «gobierne quien gobierne»

Los alcaldes de Almoradí, Orihuela y Dolores, así como el presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Mario Urrea, cerraron ayer el foro de debate sobre reflexiones y conclusiones en torno a las necesidades de la Vega Baja para evitar las inundaciones. En la mesa redonda, los regidores coincidieron en señalar que en vez de buscar soluciones fáciles y baratas se busquen las mejores, «cueste lo que cueste». De esta manera, los alcaldes quisieron responder a los expertos que habían participado previamente en la mesa técnica ya que consideran irrealizables propuestas como la permuta de terrenos inundables por otros que no lo son. «¿Me pueden decir estos expertos qué zona de Orihuela no es inundable?», replicó el regidor oriolano Emilio Bascuñana.

«No escatimar»

Por su parte, el alcalde de Dolores, Joaquín Hernández, propuso no escatimar en esfuerzos y soluciones materiales para evitar las consecuencias de inundaciones como las del pasado septiembre. «Cuesta mucho menos dinero hacer infraestructuras hídricas para prevenir que después tener que arreglar todo el destrozo que ha tenido la Vega Baja por la Dana», apuntó Hernández, quien coincidió con el resto de los alcaldes en pedir al Ministerio de Medio Ambiente que se dote de una partida presupuestaria suficiente, «que ahora no la ha tenido».

La alcaldesa de Almoradí, María Gómez, reclamó soluciones «factibles» para evitar las consecuencias que una gota fría tiene sobre la comarca, «porque los expertos que han hablado no nos han dejado tranquilos con las que han propuesto». Gómez abogó por mejorar los protocolos de actuación para que el Gobierno central tenga como prioridad el mantenimiento del río, «gobierne quien gobierne». Para la regidora almoradidense, lo primero es hacer un plan global que unifique a la Vega Baja «ya que eso de cambiar a la gente de un sitio a otro es irrealizable, porque todos los municipios de la comarca son inundables».

María Gómez quiso dejar claro que es posible evitar las inundaciones. «No vamos a aceptar los alcaldes que nos resignemos a vivir en zonas inundables y ya está. Queremos que nos ofrezcan soluciones y que las doten del presupuesto necesario para su realización». Por último, la alcaldesa, dirigiéndose al presidente de la CHS le dijo: «Haznos un río amable en el que podamos vivir y con todas las infraestructuras que tiene que tener para que no vuelva a pasar una tragedia como la vivida».

Mario Urrea dijo que el organismo de cuenca trabaja ya, junto a la Universidad Politécnica de Valencia en buscar las mejores soluciones y que estas pasan primero por agotar las medidas de ingeniería (como presas y encauzamientos) para después hacer que en las zonas inundables se minimice el riesgo. «Lo que todo el mundo debe tener claro que no vamos a poder evitar las inundaciones», señaló, a la vez que destacó que «la Vega Baja es una gran llanura de inundación».

Urrea informó de que el Ministerio de Medio Ambiente ha aprobado ya destinar 4 millones de euros para el mantenimiento del río Segura y las ramblas en toda la cuenca durante los tres próximos años.

Tres ríos

Urrea aseguró ayer que el Segura, «desde que se encauzó en la Vega Baja ya no es un río sino un canal y ya no recibe aportaciones laterales. Hay tres ríos. El encauzamiento y los dos márgenes, izquierda y derecha, y hemos visto en este episodio la velocidad a la que corría el agua por los tres».

El alcalde de Orihuela anunció que prepara, junto al Instituto Universitario del Agua de la UA un congreso nacional sobre inundaciones que se celebrará la próxima primavera. El regidor dijo estar muy preocupado por las soluciones que, de momento, aportan los expertos, ya que la mayoría son a medio plazo.

Bascuñana abogó de nuevo por la unidad «sin colores políticos» de todas las administraciones, tanto de los ayuntamientos de la Vega Baja como de la Generalitat y el Ministerio. Dijo que no era el momento de buscar culpables. El regidor oriolano fijó las pérdidas económicas en su municipio por culpa de la Dana en 530 millones de euros, un tercio de las pérdidas globales que ha tenido la Vega Baja, estimadas en 1.500 millones. «Solo en el polígono Puente Alto se han perdido 150 millones de euros y muchas empresas ya no quieren estar ahí», apuntó.

El primer edil de Orihuela pidió que las soluciones que lleguen «sean las que la Vega Baja necesita y no aquellas que les interese a España y a Europa».

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