El geógrafo alicantino y director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, Jorge Olcina, y el presidente del Colegio de Arquitectos de la provincia de Alicante, Juan María Boix, coincidieron ayer al reclamar que se actualice el plan antirriadas en la Vega Baja, tras comprobar los efectos de la gota fría. Treinta y dos años después de la de 1987, ambos expertos piden nuevos colectores y hasta un «by pass» que impida que el agua de los barrancos entre en Orihuela.

Juan María Boix apuntó que al margen de las reparaciones inmediatas en las viviendas e infraestructuras, la solución al problema debe ser más global. «La Vega Baja es una comarca que está al nivel del mar, muy horizontal, compuesta por marismas. Muchas se urbanizaron, y también es cierto que el urbanismo en los últimos 50 años no fue muy ordenado. Los últimos planes aprobados como el Pativel y el Patricova han mejorado la prevención pero falta por hacer»

Boix se refirió, en este sentido, a «deslindes de cauces y barrancos que siguen sin deslindar. Hay que entubar barrancos y, sobre todo, desarrollar una labor de limpieza preventiva». En cuanto a las obras, no solo hay que actuar en la ciudades como Orihuela, «sino también en temas el ámbito rural con encauzamientos para evitar que llegue el agua, y en labores de reforestación para que el campo absorba el agua y nos se produzcan riadas», aseveró Boix.

Por su parte, Jorge Olcina, geógrafo y director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, alerta de que «las inundaciones van a ser más frecuentes en los próximos años. Por tanto, debemos acostumbrarnos a que gotas frías se van a producir más y en cualquier época del año. Hay dos factores que las convierten en especialmente peligrosas: la circulación atmosférica origina, en este ciclo de calentamiento climático, más gotas frías y el mar Mediterráneo, que es la gasolina que forma estas nubes tan enérgicas, cada vez está más caliente a final del ve rano». Olcina subraya que «solo queda adaptarse a lo que vamos a experimentar en el futuro. Un clima algo más extremo, con cambios bruscos en el tiempo atmosférico y fenómenos extremos más frecuentes». «Este episodio ha demostrado que el encauzamiento del Segura no es del todo seguro. No está preparado para el tipo de lluvia mediterránea que se está produciendo en los últimos años, mucho más intensas. Habrá que repensar en llevar a cabo una nueva fase del plan de defensa de avenidas especialmente en el propio cauce del Segura», advirtió Olcina.

El encauzamiento actual tiene, según Olcina, dos puntos por solucionar, Orihuela y Rojales. Especialmente en Orihuela, porque ya en octubre de 2000 estuvo a punto de desbordarse el río. Por los tanto, hay que solucionar este tema». La alternativa podría pasar por la construcción de un by-pass que funcione en los momentos de crecida. No se trata de sacar el río de la ciudad, porque es un elemento cultural de la misma, pero si tener preparado un nuevo canal de evacuación de aguas que desvíe las crecidas, entre la pedanía Aparecida y Bigastro, según explicó ayer el presidente de los geógrafos españoles.

En general, aseveró Olcina, los encauzamientos de los ríos suelen crear sensación de falsa seguridad. La gente que vive en las proximidades del río encauzado piensa que todo está arreglado con este canal, pero «este tipo de episodios como el que hemos vivido en las últimas horas pone de manifiesto que la meteorología mediterránea siempre nos sorprende y supera los cálculos con los que se trazan estas obras». Además, Olcina reclama que los canales de encauzamiento cuenten con exclusas para que el agua de inundación que rebasa el canal y anega los campos aledaños, pueda volver al cauce cuando baje el nivel del agua. Las soluciones a las inundaciones pasan por actuaciones múltiples: estructurales, de ordenación del territorio y de educación a la sociedad. Los municipios de riesgo, muchos en la provincia, «deben contar con especialistas en riesgos naturales y se debe cumplir escrupulosamente la Ley del Suelo».

Los técnicos se ofrecen a ayudar a los ayuntamientos

El presidente del Colegio de Arquitectos de Alicante, Juan María Boix, anunció ayer que la junta directiva aprobará el próximo lunes la creación de una bolsa de profesionales para ponerse a disposición de los ayuntamientos afectados por la gota fría, al objeto de reforzar los medios municipales a la hora de redactar informes sobre evaluación de daños en viviendas e infraestructuras. El trabajo se realizará de forma altruista en todos los consistorios que reclamen ayuda.