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El castigo del césped artificial

El Hércules se ha dejado la mitad de puntos disputados en superficie sintética desde su descenso en 2014 y no gana en ella desde septiembre - Los de Planagumà buscarán mañana en Ejea poner fin a tres derrotas seguidas en este tipo de hierba

El castigo del césped artificial

El modesto estadio de Luchán de Ejea de los Caballeros pondrá a prueba mañana (19 horas) a un Hércules que quiere seguir manteniendo vigentes todas las opciones más ambiciosas en este esprint final de temporada. La entidad blanquiazul se examinará de nuevo sobre césped artificial, donde lleva tres derrotas consecutivas, todas ellas en 2019, y donde apenas ha sumado el 50% de los puntos puestos en liza desde que bajara a Segunda División B en 2014.

En esta etapa en la categoría de bronce el Hércules ha disputado 37 encuentros en superficie sintética, en los que ha cosechado 55 puntos de 111 posibles, un 49,5% del total. Ese guarismo, no obstante, no preocupa al actual técnico blanquiazul, un Lluís Planagumà que aseguraba ayer en rueda de prensa que no distingue entre un césped u otro: «Queremos ganar siempre y me da igual dónde y cómo sea, en superficie artificial hemos ganado mucho y perdido mucho, somos conscientes de la importancia que tiene este partido en Ejea para nosotros».

El Hércules de esta temporada lleva tres derrotas seguidas en césped sintético (Baleares, Ontinyent y Badalona), pero había comenzado venciendo en sus dos primeros compromisos, ante Ebro y Cornellà. Planagumà, a diferencia de sus antecesores en el banquillo, no ha preparado este curso los partidos en superficie artificial en campos similares de Alicante (como el del Montemar), y el equipo solo se ejercitó coyunturalmente en el Tossal en la semana que recibía al Castellón en un Rico Pérez entre algodones.

El Hércules ha conseguido 14 victorias, 11 empates y 12 derrotas en los 37 partidos que ha disputado en hierba artificial desde 2014. Sin embargo, los números del Hércules en esta superficie se han ensuciado en el último año natural, ya que desde marzo de 2018 ha sufrido seis de las 12 derrotas.

La temporada pasada, desastrosa en todos los aspectos y en la que pasaron tres entrenadores, fue la primera en la que el Hércules fue realmente vulnerable en terrenos sintéticos, aunque a grandes rasgos lo fue en todo tipo de escenarios. En la 17-18 los blanquiazules solo ganaron dos encuentros (Llagostera y Saguntino) de los nueve que disputaron.

En la 16-17, en la que tampoco se consiguió disputar el «play-off» de ascenso a Segunda División, el Hércules solo perdió un partido de ocho y venció en escenarios ahora hostiles como el Son Malferit del Atlético Baleares. El año anterior, con Manolo Hererro y Vicente Mir, no cayó derrotado en ninguna de sus ocho visitas a campos de césped artificial, a pesar de que en sus cinco primeros compromisos (Eldense, Cornellà, Badalona, Baleares y Pobla de Mafumet) solo pudo empatar. En su reestreno en Segunda B, en agosto de 2014, el Hércules fue «vacunado» en la primera jornada de campeonato por el Eldense en un Pepico Amat de césped artificial. Tras aquel batacazo, los blanquiazules encadenaron cuatro desplazamientos a superficie sintética con triunfo (Xàtiva, Hospitalet, Baleares y Cornellà), pero caerían después en casa del Huracán y del Badalona.

Pleno en La Feixa Llarga

El único campo de hierba artificial en el que el Hércules ha salido victorioso en todas sus visitas en Segunda B fue La Feixa Llarga, casa del Hospitalet, a quien los blanquiazules vencieron consecutivamente en las temporadas 14-15, 15-16 y 16-17. Por contra, donde no ha sido capaz de sacar nunca tres puntos ha sido en los dos campos del Badalona (Montigalà y el Municipal), donde el Hércules empató en tres ocasiones y perdió en dos.

Los números en hierba artificial (49,5%), no obstante, no difieren mucho de los guarismos totales del Hércules como visitante en esta etapa en Segunda División B (46,15%).

¿Punto final en Ejea?

El partido de mañana en el Municipal de Luchán de Ejea será el último en superficie sintética del presente curso y el Hércules espera que sea el último para muchos años.

Por otra parte, la plantilla parte esta mañana, tras el entrenamiento en el Rico Pérez, en autobús hacia Ejea de los Caballeros, localidad en la que definitivamente hará noche. Antes realizará la ya tradicional comida en el restaurante El Castell, muy próximo al estadio blanquiazul, y la expedición regresará el sábado por la noche, una vez terminado el encuentro.

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