Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Fomento activa el enlace del aeropuerto con el tren con un ramal del cercanías

El Ministerio remite el proyecto a Medio Ambiente para someterlo a evaluación ambiental, trámite que debe superar sin problemas

El tren de cercanías Alicante-Elche a su paso por las Casas de Bonmatí, en el límite entre Alicante y Elche. Al fondo, la terminal del aeropuerto. RAFA ARJONES

El Ministerio de Fomento ha enviado a la Dirección General de Evaluación Ambiental el proyecto con el que pretende conectar el aeropuerto de Alicante-Elche con la estación del AVE de Alicante en una primera fase y un coste de unos 85 millones de euros, la mitad del presupuesto de la primitiva variante de Torrellano, que se descartó en 2010, cuando la crisis económica era ya un hecho. La intención de Fomento es construir un ramal de la actual línea de cercanías en el entorno de polígono de Agua Amarga, donde el tren girará por una vía de unos 1.200 metros de longitud para llegar soterrado a la terminal, donde ya existe el hueco. El aeropuerto lleva esperando esta infraestructura desde hace 18 años, cuando en 2000 superó la barrera de los seis millones de pasajeros al año, cifra a partir de la cual la UE considera que los aeródromos deben tener conexión con el ferrocarril.

Los ecologistas no ven impedimento ambiental al proyecto, pero alertan de que se aplaza definitivamente el objetivo de retirar las vías del tren de la primera línea de costa en San Gabriel. La curva arrancará, según el documento remitido a Medio Ambiente, a la altura de las Casas de Bonmatí, justo en el límite entre los términos municipales de Alicante y Elche. Los terrenos a expropiar son agrícolas en explotación.

Lo que está claro es que no costará 170 millones como se presupuestó para la variante de Torrellano, paralizada desde 2010. La variante se basaba en la construcción de una plataforma en doble vía electrificada en ancho internacional para conectar las estaciones del ferrocarril de Alicante y Elche con el aeropuerto, donde habría una terminal para lanzaderas, cuyo coste alcanzaba los 40 millones de euros. Finalmente, el tren que conectará Alicante y Elche con la terminal será un cercanías.

Historia de un proyecto

El trazado alicantino de la variante, hoy aplazada para una segunda fase si algún día se recupera la disponibilidad económica, arrancaba de la estación de Alicante y proseguía soterrado hasta bifurcarse apenas unos metros después de acabado el mismo, poco antes del cementerio. Desde aquí las vías seguirían por el polígono industrial de la Florida superando mediante viaductos el barranco de las Ovejas, el viario de acceso a Mercalicante y la carretera N-330, para adentrarse en Bacarot. Allí salvaba con otro viaducto la Vía Parque a Elche y por las proximidades de las fincas La Parra y Els Reiets alcanzaba la sierra de Colmenares. En este punto, se construiría un túnel para superar este obstáculo con una longitud de 560 metros lineales.

La carretera de Elche, en su tramo cercano al polígono industrial de Agua Amarga, se salvaba mediante un paso inferior, al igual que el trazado del ferrocarril a Elche. Bordeando el saladar de Agua Amarga, el trazado iría hacia el aeropuerto, donde penetraría soterrado. La solución desde Elche era más complicada, ya que habría que desdoblar las vías en el túnel de Carrús.

Por su parte, el entonces presidente de la Autoridad Portuaria de Alicante, Joaquín Ripoll, y la alcaldesa, Sonia Castedo, remitieron en 2014 el diseño de otro trazado ferroviario por el que el aeropuerto de Alicante-Elche y el Puerto quedarían conectados con el Corredor Mediterráneo y la estación del AVE y, a la vez, permitiría liberar de vías la fachada marítima de Agua Amarga. La variante ferroviaria beneficiaba, según sus promotores, a todo el tráfico de mercancías del Corredor Mediterráneo en su conexión con Alicante y Murcia, a los trenes de cercanías que unen Alicante, Elche y Murcia por la Vega Baja, y al Talgo que conecta Cartagena con la frontera francesa, dejando, por ejemplo, el tiempo de viaje entre Alicante y Elche en unos 15 minutos. Fomento ni contestó.

El Ministerio gastó más de 600 millones de euros en 2010 para, prácticamente, construir un nuevo aeropuerto y 12.000 millones de euros en conectar Alicante y València con el AVE, pero fue incapaz de estirar completar la inversión con los doce kilómetros que separan la estación-término del aeropuerto. Error grave, no ya sólo por la condición de puerta de entrada y salida de millones de turistas, sino también porque en la terminal trabajan cerca de seis mil personas que deben utilizar el poco eficiente transporte público o el coche particular para acceder a El Altet.

Compartir el artículo

stats