La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, anunció ayer, durante el acto en el que se escenificó el comienzo de las obras de la variante de Benissa, que el mes que viene se licitará la remodelación de los accesos viarios al aeropuerto de Alicante-Elche. Este proyecto fue aprobado en diciembre de 2013, pero sigue sin iniciarse, pese a que el aeropuerto terminará este año con 13 millones de pasajeros y los accesos, tanto desde la N-332 como desde la circunvalación de Alicante (A-70) están colapsados por el intenso tráfico de los pasajeros que van y vienen a la terminal, donde, además, trabajan 3.000 personas durante la temporada alta . Además continúa sin el enlace ferroviario.

La vicepresidenta llegó ayer con unos 50 millones de euros en total bajo el brazo para invertir en el acceso viario al aeropuerto (del ferrocarril nada se sabe) y la variante de Benissa, una de las grandes asignaturas pendientes en la peligrosa N-332. El sector turístico reaccionó con satisfacción al conocer el compromiso de la vicepresidenta, pero le recordó que este proyecto debe completarse con la ampliación de la circunvalación de Alicante (A-70) con la construcción de tres carriles por sentido, según subrayó Toni Mayor, presidente de los hoteleros de Benidorm, población que recibe al 50% de los turistas que entran a la Costa Blanca por el aeropuerto.

El Ministerio de Fomento aprobó en diciembre de 2013 el proyecto definitivo para la esperada mejora de los accesos viarios al aeropuerto de Alicante-Elche, con una inversión de 24,5 millones de euros para duplicar la carretera N-338, que conecta la N-332 desde la costa con la circunvalación de Alicante.

Básicamente, el proyecto consiste en la mejora integral de los 4,75 kilómetros de la N-338 con la construcción de dos carriles en cada sentido y cuatro enlaces. Uno a la Institución Ferial Alicantina y la Vía Parque, otro a la N-332, un tercero a la circunvalación (A-70) y el cuarto a la rotonda de entrada al aeropuerto, que ya se hizo para la nueva terminal, aunque necesite una mejora urgente.

En cuanto a los enlaces, el proyecto plantea diferentes opciones. Para acceder desde la N-332 se adaptarán las conexiones a la nueva calzada desdoblada en la margen derecha y se mantiene el paso sobre la N-332, modificando la geometría del ramal bidireccional para dar cabida a la mediana y reubicar la circulación en sentido a Alicante. El enlace al aeropuerto consistirá en la mejora de la glorieta actual, y en cuanto a la futura conexión con la autovía que circunvala Alicante, se mantiene la tipología del actual sin más modificaciones que las imprescindibles para disponer la duplicación de la calzada por la derecha.

Uno de los hitos singulares del proyecto es el futuro enlace de la N-338 con el recinto ferial de IFA. Desde esta conexión se accederá a la feria, la Vía Parque y la N-340, donde se construirán dos glorietas. La duplicación de la N-338 obliga a desplazar la posición y ampliar el radio de las glorietas y a modificar todos los ramales. «Se trata una infraestructura prioritaria para la cohesión territorial de España y para potenciar las conexiones con la Unión Europea y ahora tenemos que hacer que cuente año a año con los recursos necesarios para llevarla a cabo», subrayó Sáenz de Santamaría.

Variante de Benissa

La vicepresidenta hizo este anuncio tras asistir a la escenificación del comienzo de las obras de la variante de Benissa, actuación que estaba paralizada desde 2009 y que va a suponer una inversión del Estado de 30,6 millones de euros, de los que 21,8 millones se destinan al proyecto y otros 7,4 millones al pago de expropiaciones. Tiene un plazo de ejecución de 32 meses.

La variante de Benissa, un tramo de carretera de doble sentido de 4.680 metros, permitirá que la actual travesía de la N-332 que atraviesa ahora la localidad «pasará a ser historia muy pronto», aseveró la vicepresidenta del Gobierno. «La variante mejorará la calidad de vida y la seguridad» de los 11.000 habitantes de esta población de la comarca de la Marina Alta, quienes sufren actualmente el paso de más de 12.000 vehículos, un millar de ellos de tipo pesado, por su casco urbano.

La ronda contará con dos enlaces: uno por el norte hacia Senija y, el otro por el sur, hacia Xaló. Además, se habilitará un paso inferior peatonal entre Benissa y Senija y la carretera contará con una velocidad máxima de 100 km/hora. La vicepresidenta espera que este proyecto, que puso como ejemplo del cumplimiento de los compromisos del Gobierno en materia de infraestructuras, pueda concluir tres meses antes de lo previsto. Sáenz de Santamaría reafirmó, por otro lado, el compromiso del Ejecutivo central de aumentar las inversiones en la Comunidad Valenciana porque ésta es «una prioridad para la cohesión social y el crecimiento de España y debe seguir siendo un referente nacional».